Jaén

La caída de vocaciones es una constante a lo largo de los últimos años, una tendencia de la que no se libra la provincia de Jaén. La Conferencia Episcopal Española ha publicado en su web, con motivo del Día del Seminario, los datos de seminaristas así como los de abandonos y ordenaciones desde el curso 2001-2002, recién iniciado el siglo XXI. Cifras que reflejan una importante caída y que justifican el lema que los obispos y arzobispos han elegido para este año y que no es otro que 'Padre, envíanos pastores'.

Actualmente hay 18 jóvenes que se forman en el Seminario de la Inmaculada Concepción y San Eufrasio de la capital, ubicado en la calle Juan Montilla. Destaca, según la Diócesis que dirige Sebastián Chico, que hay tres tanzanos que han sido becados por la iglesia jienense. Cabe señalar que en diciembre de 2022 se firmó la unificación del seminario menor 'San Juan de Ávila', que reabrió en 2009 en tiempos de Ramón del Hoyo, con el mayor creándose de esta manera el Seminario Diocesano.

La actual cifra de 18 futuros curas es sensiblemente inferior a la que tenía el centro allá en los inicios del tercer milenio cuando se llegaron a los 32, lo que supone un descenso del 43,7%. Los 32 chicos que entraron en septiembre de 2001 han sido el máximo de los últimos años. A partir de ahí, los dígitos empezaron a caer con dos desplomes notables, ya que los cursos 2005-2006 y 2008-2009 comenzaron con seis y siete alumnos menos respecto a la anterior temporada.

La década de 2010 supuso una leve recuperación de la cantera que permitió llegar hasta los 14 chicos en el año 2016. Seguidamente, volvieron las caídas y en el curso 2019-2020 se produjo un hito como es el de bajar de las dos números en lo que a ingresos se refieren ya que solo se formaron cinco personas. A partir de entonces, ha habido subidas y descensos que han permitido acercarse a las dos decenas de seminaristas con las que se cuenta en la actualidad.

Ordenaciones

Si cae el número de llegadas, desciende también, como es lógico, el de sacerdotes que son enviados a diferentes puntos de la provincia y que en ocasiones suelen cubrir varias localidades debido a la falta de relevo para cubrir los puestos de los curas que se jubilan unido a la falta de vocaciones. El dato más elevado del tercer milenio nos lleva hasta 2007 cuando se produjeron siete ordenaciones, un número que, a día de hoy, se antoja muy lejano.

Los siguientes años la Catedral de la capital acogió cinco ordenacioes al año aunque la década terminó con solo una. Sin embargo, la peor racha, por el momento, llegó durante 2015, 2016 y 2017 cuando no se produjo ninguna mientras que continuaban las jubilaciones. El año de la pandemia dejó tres nuevos pastores de la Iglesia Católica mientras que desde entonces la cifra se ha mantenido bajo mínimos lo que muestra un panorama difícil para los próximos años a la iglesia jienense.