Siempre entornada

Jerez de la Frontera

Al igual que en otros periodos que marcamos (y en ocasiones enmarcamos) en el calendario, iniciando la “semana de Pascua” inmersos aún en ese Recogimiento que hemos encontrado, entre y con nosotros y de un modo singular, durante la Semana Santa, seguimos recordando.

Algunas veces utilizamos los prismáticos, e incluso la lupa como complemento, para revisar la memoria. Quizás sin darnos cuenta de que los Recuerdos no siempre responden fielmente a lo Vivido. De alguna forma, bastantes veces e inintencionadamente, los `moldeamos´: por Amor; para evitar dolor o, sencillamente, porque nos falla aquella.

Buscamos o bien vienen a nosotros: instantes, momentos; buscamos la imagen; sobre todo la voz, la palabra, y los Silencios acompañados de miradas y manos entrelazadas; el olor...; cualquier detalle que nos permita traer al ahora, al latir del Corazón de hoy, aquello que deseamos Sentir.

Permítanme que establezca el paralelismo con intentar recomponerlos a modo de puzzle en tres dimensiones, sin aristas, pero con las tan inevitables como necesarias 'grietas' para que penetre la luz y, con ella, la Esperanza.

Es un ejercicio, en mi opinión, saludable. Y, en mi caso, les confieso que se torna un imprescindible en mi cotidiano Vivir.