La propuesta de informe de la Mancomunidad afirma que los animales del centro de protección bahía de Cádiz “no están en mal estado ni hacinados”

Cádiz

Tras la visita que realizó el Seprona a las instalaciones del Centro de Protección de Animales Bahía de Cádiz en la que los agentes de la Guardia Civil denunciaron el mal estado en el que vivían más de 160 perros sin poder apenas ver el sol y hacinados en cheniles, la Mancomunidad de Municipios de la bahía de Cádiz giró el pasado martes una visita técnica a las instalaciones del centro, situadas en Chiclana de la Frontera.

En esa inspección sorpresa estuvo personal técnico y veterinario de los cuatro municipios que integran la mancomunidad: Cádiz, Puerto Real, Chiclana y San Fernando. El objetivo de la visita era realizar una comprobación in situ del estado de los animales y del propio centro, de cuya gestión se encarga la empresa Athisa, adjudicataria del contrato mancomunado del servicio de recogida, transporte, albergue y adopción de los animales que se puso en marcha el pasado 1 de marzo y que fue adjudicado el 18 de diciembre por un importe de 1,5 millones de euros para los próximos tres años.

Tras esa visita, la mancomunidad encargó al personal técnico de cada uno de los cuatro municipios que elaborase un informe con las observaciones que considerasen y en el que dieran cuenta de los incumplimientos que a su juicio se estaban produciendo para, posteriormente, unirlo en un informe conjunto que recogiese todas esas consideraciones.

Radio Cádiz ha tenido acceso a la propuesta de informe elaborado por la mancomunidad, que reúne todas las conclusiones de los informes municipales y que fue enviado el pasado viernes a los técnicos de los cuatro ayuntamientos.

En ese documento se desgranan en once puntos una serie de incidencias sobre el estado y la gestión del centro, desde la situación de las instalaciones y su mantenimiento hasta el estado de salud y las condiciones de habitabilidad de los animales.

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Hay que ir hasta el final del documento, en el último punto, para encontrar una referencia concreta sobre cómo están y cómo viven los perros y gatos que se encuentran allí. En él se señala que “no se observan ejemplares en mal estado o hacinados” y que todos “disponen de alimentación y agua, mostrando interacción con estímulos externos”.

Añade en este punto que los ejemplares “que muestran comportamiento comunitario se encuentran agrupados", destacando el "número elevado de ppp (perros potencialmente peligrosos) que condicionan de forma determinante la estancia y gestión del centro”.

Es decir, que la propuesta de informe de la Mancomunidad, redactada a raíz de los informes técnicos de los cuatro municipios, no recoge lo que sí consideró el Seprona de la Guardia Civil sobre la situación de hacinamiento y el mal estado de los animales.

De hecho, el sexto punto hace referencia al “nivel de ocupación” del centro, asegurando que en la visita se comprobó “que la capacidad del centro no ha sido sobrepasada”.

Sin embargo, el documento recoge que la zona de cuarentena y esparcimiento está ocupada permanentemente por ejemplares, al contrario de la función que debería tener según el pliego de prescripciones técnicas. Además, el texto dice que esta zona no se está usando correctamente porque aún no se han empezado a instalar “los nuevos 70 cheniles fijados en el pliego", que fija un periodo de adaptación de cuatro meses para instalarlos.

Según el texto, la empresa ya tiene listo el acopio de materiales para su construcción, pero matiza que esos materiales están ubicados “a lo largo de los laterales del recinto” y no en una zona específica para almacenarlos.

Sobre la zona de recepción de los animales, el documento precisa que es necesario “que estas zonas cumplan su función evitando la estancia prolongada y solo el tiempo estrictamente necesario”.

El octavo punto de la propuesta de informe señala que existe agujeros en el suelo en varias zonas “por la presencia de ratas”, e insta a eliminarlos y reforzar la aplicación de tratamientos de desratización, además de “aportar periódicamente informes de seguimiento y certificados de aplicación”.

En el resto de puntos se hace referencia a otras cuestiones como el consultorio veterinario o el personal. Sobre el espacio veterinario, informa de que “no muestran el libro de registro de medicamentos” además de la presencia de azulejos rotos y que no hay agua caliente. En cuanto a la plantilla, el texto afirma que “se están realizando con normalidad las labores de limpieza y mantenimiento de las instalaciones por el personal adscrito al contrato”.

Hay otro punto en el que se refieren al mantenimiento y la conservación del centro. Es aquí donde precisa que hay que mejorar las medidas de conservación pintando estructuras y fachadas “garantizando una homogeneidad de cada una de las estancias”.

Una vez que desgranan todas las apreciaciones aportadas por los municipios que forman parte de la mancomunidad, la propuesta de informe contempla varias conclusiones.

En primer lugar, considera que hay que “liberar inmediatamente las zonas de cuarentenas y esparcimiento” y “agilizar la instalación de forma escalonada de los cheniles”. Además, concluye que hay que “mejorar la limpieza de las zonas comunes y accesos, garantizar las labores de mantenimiento de las instalaciones y habilitar una zona de almacenaje específica” junto a la desratización citada anteriormente.

El documento elaborado por la mancomunidad será analizado, según ha podido saber la SER, este próximo martes. A las 8:30 tendrá lugar una reunión de todos los concejales responsables de bienestar animal de los cuatro municipios y una hora después, a las 9:30, se celebrará una junta general del ente mancomunado, donde previsiblemente se tomará una decisión en firme sobre las medidas que se aplicarán para exigir el cumplimiento del pliego y la subsanación de las irregularidades que se estén produciendo en el centro.