Los sevillanos tenemos que estar centrados

Con el esplendor de las jacarandas recién estrenado, a ver si nos metemos en el florido mayo dejando definitivamente atrás el debate sobre la duración de la Feria, la polémica consulta y la reedición de los análisis sobre la dualidad sevillana. Es urgente no distraernos más porque tenemos frentes mucho más importantes que atender donde nos jugamos la ciudad de los próximos años. Pongamos solo algunos ejemplos. En pleno debate sobre la duración de la fiesta nos hemos quedado sin AVE a Huelva. Como poco antes ya nos dejaron sin túneles en la SE-40. Y nos cuesta un mundo poner la primer piedra de una nueva línea de Metro.

Nuestro futuro pasa por tres pilares: la reclamación de las grandes infraestructuras pendientes, la regulación del turismo y la protección del patrimonio histórico. No debemos emplear tantas energías con temas complementarios o que sencillamente tienen su momento. Y el de la Feria ya pasó. Y es más: debió pasar mucho antes. O ni siquiera producirse.

En demasiadas ocasiones se nos van las energías en asuntos que no solo aportan poco, sino que perjudican la imagen de la ciudad. Es muy difícil encontrar debates sobre si necesitamos más peatonalizaciones, análisis serios sobre los beneficios o perjuicios de una Avenida de la Constitución cerrada al tráfico que sirvan para seguir o no aplicando esas políticas, propuestas sobre cómo combatir los excesos de visitantes, ideas para que la ciudad no sea un lodazal cada vez que acogemos una final de fútbol, criterios para combinar la vida de la ciudad con los acontecimientos extraordinarios… Aquí nos enfrentamos por la fecha de la cena del alumbrado, el festivo de la Feria y el horario de comienzo del paseo de caballos.

Una cosa es que las fiestas mayores sea una suerte de días de terapia para la ciudad, que lo son, y otra muy distinta es que parezca que estamos todo el día de evasión.

Miremos a las ciudades que van varios capítulos por delante, como Roma y Venecia. Ciudades con enorme patrimonio histórico y un turismo disparado. Tenemos que ser mucho más ambiciosos y estar centrados en los objetivos importantes