La Cátedra de la humanización del cáncer que la AECC ha concedido a Córdoba

En la reciente aprobación DE esta cátedra por la AECC, qué en nuestro caso, se va a centrar en el uso de la inteligencia artificial y el cáncer, encontramos un buen ejemplo de cómo los desafíos más complejos de nuestra sociedad no solo requieren soluciones avanzadas, sino también un profundo compromiso colectivo. Cuando enfrentamos problemas de la magnitud del cáncer, la clave para avanzar reside en nuestra capacidad de unir fuerzas, conocimientos y abordarlos desde perspectivas diversas.

Es crucial centrar a las personas en el núcleo de los problemas. Los pacientes de cáncer, sus familias, los voluntarios y los profesionales, no son meros espectadores; son participantes activos cuyas experiencias y necesidades deben guiar la clínica, la investigación y la innovación tecnológica.

La cátedra no solo busca avanzar en el conocimiento científico y tecnológico, sino también en generar un impacto positivo y tangible en la comunidad, creando valor compartido, asegurando que los beneficios se distribuyen con equidad, reforzando la cohesión social y el apoyo mutuo.

La confluencia de conocimientos es otro pilar importante. La inteligencia artificial y la oncología pueden parecer campos distantes, pero al converger, crean un terreno fértil para avances y descubrimientos que serían más difíciles de lograr sin esa sinergia.

La iniciativa de la AECC, con la creación de 10 cátedras en España para la humanización del cáncer, entre ellas la que ha conseguido en un proceso competitivo Córdoba, nos recuerda que los grandes retos no solo demandan grandes recursos, sino también una visión global y colaborativa. Al integrar conocimiento, tecnología, humanidad y colaboración intersectorial, estamos no solo enfrentando el cáncer más efectivamente, sino también modelando un futuro donde la tecnología y la construcción social deben ir de la mano.

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