Un cambio cultural contra la violencia machista

Córdoba

Este miércoles un hombre de 35 años apuñaló a su pareja, de 34, en Córdoba y luego se suicidó. La Policía lo investiga como un caso de violencia de género y, afortunadamente, la mujer ha salvado su vida y se encuentra ingresada, pero fuera de peligro.

No había denuncias previas ni medidas de protección. Nunca había acudido a los recursos del Instituto Andaluz de la Mujer. Y ante estas situaciones que escapan a cualquier ley, a cualquier Pacto de Estado y a cualquier recurso para las víctimas, crece la impotencia y la frustración. ¿Qué está fallando? Nos preguntamos tras casa asesinato machista. Y está claro que la singularidad de esta violencia es su base cultural. Una base machista y con un modelo de masculinidad tóxico para las mujeres y para los propios hombres.

¿Qué se está haciendo para acabar con esa cultura que enferma a la sociedad y daña y mata a las mujeres? Una coeducación eficaz es la gran asignatura pendiente.

No podemos elegir los valores de la familia en la que nacemos. Pero desde los poderes públicos sí pueden marcar una coeducación que no sea un un mero postureo oficial. La coeducación, que fue la gran asignatura pendiente en cuanto a inversión de la Ley Integral contra la Violencia de Género, sigue igual. Con actividades meramente formales que no calan en nuestros menores. Con varios días de conmemoración en el calendario y algunos proyectos para visibilizar a las mujeres en la historia.

Pero la coeducación debe ser algo transversal. La escuela debe ser la palanca de cambio en la que niños y niñas aprendan que no tienen que desempeñar roles distintos. Debe ser un espacio en el que una educación emocional y afectiva equilibrada sea básica. En el que la empatía se abra paso. Es fundamental enseñarles a discernir, desde su mirada y sus medios para ver el mundo, cómo ser una persona sana. Especial entre iguales.

No es adoctrinamiento, es generar una sociedad mejor. Sin un cambio cultural hacia la igualdad, el respeto y la empatía, no terminaremos con esta violencia.