Romerito, tras el descenso a Segunda Federación: "El escudo hay que quererlo y pelear muchísimo más por él"

Linares

La agonía del Linares Deportivo llega a su fin. Después de una temporada lamentable, en todos los sentidos, el equipo azulillo ha consumado hoy, en Mallorca, su descenso a Segunda Federación de cara a la temporada 2024/25. El conjunto que entrena Romerito ha caído ante el Atlético Baleares, este mediodía, por 3-1, lo que le deja ya sin opciones matemáticas para luchar por la permanencia en Primera Federación a falta de dos jornadas para concluir el campeonato.

Tras el nefasto partido ante el colista del Grupo II, en la rueda de prensa habitual, el responsable del cuerpo técnico no quiso morderse la lengua. Sus palabras resultan, cuanto menos, precisas y explicativas de lo que ha ocurrido a lo largo del curso liguero (no sólo hoy). A preguntas de los periodistas, Romerito admite que es el momento para la autocrítica, si bien, lamenta que el equipo haya salido al campo "como hemos salido, cuando nos jugábamos la vida".

"El escudo hay que quererlo y pelear muchísimo más por él. No podemos cometer errores de infantiles y ponernos 1-0 con la necesidad que nosotros tenemos. Se lo pusimos fácil, muy pronto, al Baleares. Nos han rematado casi todos los saques de esquina, las faltas... no hemos rematado ninguna nosotros... ha sido un despropósito total de partido. Nos quedan dos jornadas y, ahora, toca pelear para quedar los más alto posible".

El entrenador del Linares, visiblemente afectado por la pérdida de la categoría de bronce del fútbol español, quiso pedirle "perdón a la afición por el descenso", algo que, en su opinión, ha sido "merecido". Recordando su etapa futbolista como azulillo, Romerito ponía en valor los tres años en los que disputó liguillas de ascenso en los que "pegábamos bocados en el campo". "Aquí hay que venir con el cuchillo entre los dientes y no a verlas venir", señala el preparador.

"Esto duele mucho porque sentimos al equipo en el corazón y, que tengamos que despedirnos de ésta manera, duele, porque yo quería pelearlo hasta el final. Algo hemos hecho mal para estar en ésta situación. Ahora sé que el vestuario está muy afectado, pero, el orgullo y el amor propio siempre tiene que estar. Al equipo le ha pesado mucho. Hay que tener jugadores con mucho carácter y personalidad. Se han vaciado y tal pero, al final, con eso no da, no nos ha llegado", finalizaba el entrenador.