La omnipresencia de Fernández-Pacheco; el exceso de confianza de Juanma Moreno
La periodista Ana Huguet reflexiona en su columna de La Ventana Andalucía sobre los últimos cambios en el Gobierno andaluz
La Columna de Ana Huguet (13/05/24)
01:21
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Sevilla
Los periodistas hemos sido desde hace algunas décadas bastante omnipresentes. Es bastante frecuente leer a un plumilla por la mañana en un periódico, escucharlo esa misma mañana en la radio o verlo por la noche en una mesa de análisis de televisión. No se crean, en infinidad de casos es solo la vía de sobrevivir en un sector que, como ya hemos denunciado en esta columna en otras ocasiones, soporta el azote de la precariedad. Hasta desde esa omnipresencia resulta complicado imaginar cómo asume Ramón Fernández-Pacheco ser cada día portavoz del gobierno andaluz, consejero de Sostenibilidad, de Medio Ambiente, de Economía Azul, y, desde hace poco más de una semana, titular de Agricultura, de Pesca, de Agua y de Desarrollo Rural, en sustitución de la ya candidata Carmen Crespo.
Esa máxima de “una persona, un cargo” que abanderó en Madrid el presidente Juanma Moreno durante la conferencia política del PP en 2015 debía dejar al margen la acumulación de cargos en la Junta.
El mismo Fernández-Pacheco ya ha hablado de una asunción “transitoria” de responsabilidades y no hay quien niegue en el PP que Moreno, tras las elecciones europeas, hará una crisis de gobierno que incluirá varios cambios en su ejecutivo. Si esos pronósticos se cumplen y en setiembre echa a andar el gobierno ya remodelado, las competencias de Agricultura habrán estado cuatro meses sin un titular con dedicación exclusiva.
Dejar una consejería como la de Agricultura, de cuyas políticas depende un sector con casi el 8% de los trabajadores andaluces, más de 260.000 ocupados y un sinfín de problemas estructurales; o la de Agua, en la peor sequía en décadas, en un estado de transitoriedad durante meses, solo puede responder al exceso de confianza de un presidente que se sabe sin rival, sin presión del adversario, sin alternativa real, un presidente que gobierna sin sombra de oposición.