José Carlos Valverde recuerda hoy a Jesús Sánchez

Morón de la Frontera

Hay fechas malditas, y malditas fechas. La de hoy es un poco las dos. Un quince de mayo, dos años atrás, se apagaba una de las voces más carismáticas de nuestra historia local. La de Jesús Sánchez. La voz de todos los moronenses…

Jesús, arahalense, de nacimiento, se ganó con su voz, su carisma y su profesionalidad a todo un pueblo. Una de las cosas que me parece sorprendente, incluso a día de hoy, es que nunca tuvo un solo enemigo político. Y puedo dar buena fe de ello ya que compartí casi una década colaborando en la sección de opinión de esta casa. Fue un hombre tan fiel a sus ideas como al respeto a las ajenas. Y eso dignificó su forma de ver la vida.

Divertido, pasional, y sobre todo un lector empedernido. Jamás he conocido a nadie que devorase los libros con la facilidad que él lo hacía. A él le debo las maravillosas columnas de Javier Marías, los entresijos del Gran Gatsby, de Fitzgerald, o aquel loco existencialista de Barleby, creado a manos del maestro Melville

Con el paso del tiempo estoy convencido de que Jesús mereció un reconocimiento mayor. A decir verdad me pareció poco el que se le brindó desde el consistorio local. Jesús Sánchez fue un poco maestro de todos, de los que tuvimos la suerte de aprender de él, y de los que al otro lado de las ondas hicieron cada día hogar con su voz. Fue, y será, la voz informativa por excelencia.

Hoy es un día en el que vale la pena recordar su voz, su tono robusto y claro. Contundente como pocos… Todavía resuenan sus palabras en las mañanas de radio Morón:

Buenos días, Morón…

Y aquella eterna despedida: En fin. Creo…