Necesitamos la sombra

Los chinos del Buró Político se han ido tras ser recibidos en el Palacio de San Telmo, visitar el Museo de Bellas Artes y la Catedral, cenar en Casa Robles y prometer un ciclo inversor en materias de alto interés para la ciudad. O eso esperamos. Ahora llegan el calor y la gran procesión del Corpus. Las altas temperaturas son el pregón apócrifo del verano que viene, la procesión eucarística marca el fin de curso. El Rocío ya pasó, llegaron los caracoles y seguimos sin presupuesto municipal. Al menos, todo indica que podremos llenar las piscinas gracias a las lluvias que nos dejaron diezmada la Semana Santa.

Se acaba mayo, llegan las elecciones europeas y el sábado comenzará junio, el último mes del curso. Se abrirán las urnas el día 9. Es muy probable que usted no haya hablado sobre nada relacionado con la Unión Europea con familiares, amigos o vecinos. Hay comicios que nos importan poco a pesar de que nos jugamos mucho. No nos dan ni para una tertulia. Preferimos comentar el calor. Lo nuestro es el calor. Demasiada tensión nos provoca el calor. Somos el calor.

Sabemos que Europa existe, debemos tener claro que es la garantía de muchos valores, mucho más allá que una unión monetaria o económica. Pero nosotros tenemos bastante con afrontar una lucha de meses que ahora comienza. Europa nos queda casi tan lejos como la sombra en tantas calles de esta ciudad. Esperemos que los chinos nos ayuden… “La sombra, la sombra vendo”. Es más fácil que llueva a que haya árboles frondosos o toldos en la Avenida. Anda que no.