La Universidad de Córdoba se dotará de un Plan de Integridad para la Investigación
La UCO será la primera universidad española en tener una herramienta de este tipo para frenar casos como el de Rafael Luque
Córdoba
La Universidad de Córdoba va a poner en marcha un Plan de Integridad para la Investigación. Se implementará durante el primer trimestre de 2025, tras el diagnóstico previo que se ha encargado a investigadores del IESA, del Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía, en el que se analizarán las percepciones y comportamientos del personal investigador de la Universidad de Córdoba acerca de las buenas prácticas y la ética en la investigación.
Una vez con ese diagnóstico sobre la mesa, se incorporarán al plan otras estrategias, se diseñarán las acciones a aplicar y se analizará el impacto.
La intención es, según ha explicado la vicerrectora de Política Científica de la UCO, María José Polo; "velar por la integridad en la investigación y conseguir que sea la propia comunidad la que identifique y rechace estas prácticas y crear una conciencia colectiva de "ciencia íntegra".
Se trata de una herramienta para evitar que se puedan dar casos como el de Rafael Luque, el investigador de la UCO que fue suspendido, por firmar para otras universidades mientras trabajaba para la de Córdoba.
La Universidad puede actuar de oficio ante cualquier denuncia o sospecha de malas prácticas
La Universidad de Córdoba puede actuar de oficio ante cualquier sospecha de malas prácticas. La propia UCO ya tiene un Código de Buenas Prácticas y un Comité de Integridad en la Investigación, presidido por el profesor Rafael Villar Montero, con un correo electrónico que sirve como canal de consultas o denuncias.
Sin embargo, la vicerrectora reconoce que a pesar de que estas herramientas están funcionando desde hace casi una década, no son excesivamente conocidas por la comunidad universitaria, por lo que habrá que difundir su papel y fomentar su conocimiento.
No hay expedientes abiertos actualmente
Con todas etas herramientas la Universidad de Córdoba se dota de un marco de garantía para frenar casos como el del investigador Rafael Luque, expulsado de la UCO por firmar papers para universidades extranjeras mientras trabajaba para la de Córdoba.
Actualmente "no hay expedientes abiertos sobre ningún miembro de la comunidad universitaria de la UCO por malas prácticas". El Comité de Integridad de la UCO, ha recibido una media de 5 comunicaciones o consultas al año por asuntos relacionados con las buenas prácticas en la investigación.
"Hay que empezar a medir el impacto de las publicaciones científicas de otra manera"
Parte de esos conflictos han venido dados en los últimos años por el método con el que se mide el nivel de impacto de los investigadores y de las universidades, que ha hecho subir o bajar en las clasificaciones mundiales a determinados centros, dependiendo de los llamados investigadores altamente citados.
Para la vicerrectora de Política Científica de la UCO, María José Polo, "hay que empezar a medir el impacto de la investigación científica de forma cualitativa y no cuantitativa". Esa tendencia ya se empieza a extender en algunos ámbitos de la investigación, pero debe llegar también a las instituciones que anualmente publican las clasificaciones mundiales que hacen que una universidad suba o baje de posición un ranking internacional.
La comunidad científica y las instituciones tratan de ponerle freno a estas prácticas con pasos como el que ahora da la Universidad de Córdoba.
María Eugenia Vílchez
Me mueven las causas justas. Me gusta contar historias y dar voz a personas que normalmente no la tienen...