Aquella Sevilla que fue sede de la selección
El subdirector de Diario de Sevilla, Carlos Navarro Antolín, recuerda los años en que el combinado nacional tenía en Sevilla su plaza talismán y cómo la afición se volcaba en un ambiente festivo sin ensuciar calles y plazas
Carlos Navarro Antolín: Aquella Sevilla que fue sede de la selección
Sevilla
24 de junio. Festividad de San Juan. Repasen su móvil y cumplan con los Juanes. La Eurocopa continúa en Alemania. Hoy juega la selección española contra Albania. Recuerdo un España-Albania en el Benito Villamarín cuando esta ciudad era la plaza talismán de una selección a la que nunca abandonó en sus peores momentos. No siempre causó fervor el combinado nacional en todo el territorio patrio.
Tras el fiasco de nuestra participación en el Mundial'82, Sevilla se volcó con la selección como nunca. Cada partido era una verdadera fiesta que comenzaba horas antes. Disfrutamos muchos años de encuentros internacionales en los dos principales estadios gracias a la confianza inicial que tuvo en las aficiones de la ciudad a un seleccionador como Miguel Muñoz. El ciclo triunfante de 2008 a 2012 devolvió la ilusión y el entusiasmo de toda la afición por el equipo.
La selección ya juega en muchas ciudades, pero en el recuerdo queda aquel papel de Sevilla, clave para clasificarnos a Eurocopas y Mundiales. Cada verano con fútbol internacional evoco a aquellos sevillanos con los rostros pintados con los colores de la enseña nacional, las banderas empleadas como capas y el alegre movimiento de las bufandas rojigualdas.
Ser la sede de la selección fue una de nuestras marcas como ciudad durante varios lustros. Hasta recibimos a la selección una mañana de Jueves Santo. Y, por cierto, nunca dejábamos las calles y plazas lastradas por la cochambre, pese a las horas que duraba el pre-partido y el pos-partido. No lo hacíamos tan mal.