Caso Cerro Muriano: Los soldados entraron en el lago "como zombies", exhaustos por la falta de descanso y alimentos tras tres días de maniobras
Según los testimonios el cansancio era tal que algunos soldados "se quedaron dormidos en el ejercicio de cuerpo a tierra"
Córdoba
Los testigos que han comparecido este martes ante el Juzgado Togado Militar Central número 2 de Madrid, han ratificado las declaraciones que realizaron ante el Togado Militar de Sevilla durante las diligencias previas del caso Cerro Muriano.
Los soldados que han declarado este martes por videoconferencia han reiterado el relato de los hechos del 21 de diciembre y han añadido más detalles que pueden ser fundamentales en la investigación del caso y en las responsabilidades que puedan derivarse del mismo.
Los declarantes apuntan fundamentalmente al capitán como responsable del ejercicio, aunque también culpan al teniente, y exculpan al sargento, que algunos calificaron de "héroe" puesto que ayudó a rescatar y a sacar del agua a algunos de los soldados que no podían salir del agua por su propio pie.
Los testigos sin embargo aportan novedades, como la manera en la que llegaron al ejercicio, exhaustos tras tres días de maniobras, sin apenas haber dormido, y sin haber ingerido alimentos desde la cena de la noche anterior, pudo agravar las consecuencias del ejercicio.
Así, de las declaraciones se desprende que los soldados entraron en el lago "como zombies", exhaustos físicamente después de haber dormido apenas unas horas desde el inicio de las maniobras el 18 de diciembre.
Los soldados estaban agotados física y mentalmente, hasta el punto de que algunos testimonios ofrecidos este martes señalan que "algunos soldados llegaron a dormirse durante los ejercicios de cuerpo a tierra".
En estas circunstancias entraron en el lago. Las pruebas testificales en la primera declaración de los soldados ante el Togado Militar Central número 2, han confirmado la impresión de los soldados de que el ejercicio no se podía llevar a cabo. En cuanto avanzaron los primeros metros empezaron a sentir como "el agua y el frío les impedía andar, les bloqueaba todo el cuerpo y no podían avanzar ni mantenerse a flote".
Nadie echó en falta al soldado León hasta una hora y media después del ahogamiento
En el caso del cabo cordobés, Miguel Ángel Jiménez Andújar, varios de sus compañeros le vieron luchar por mantenerse a flote e intentaron alcanzar su posición para ayudarlo, pero no fue posible.
Sin embargo, en el caso del soldado Carlos León, nadie reparó en él hasta una hora y media después del ejercicio. El testimonio de un soldado diciendo que le parecía haberlo visto salir del agua, hizo que nadie reparara en él ni lo echara en falta, lo que a juicio de su abogado, Luis Romero, "dice mucho de la falta de control de ese ejercicio".
A través de los testimonios se concluye además que ninguno de los jefes de la cadena de mando, se personó en la base de Cerro Muriano tras los hechos.
Los testimonios confirman además que el teniente ordenó las famosas minas de instrucción en las mochilas como castigo a pesar de estar prohibidas en el Ejército.
El día del ahogamiento de los dos militares, el capitán y el teniente reunieron por la noche a los soldados para hablar de lo ocurrido. Según los testimonios el capitán se refirió a los hechos como "algo inevitable" en la profesión. El militar les dió instrucciones tajantes de "no contar ni una sola palabra fuera de la base ni atender a los medios de comunicación".
Otros 15 testigos declararán este miércoles ante el Togado Central. Son los sargentos y cabos instructores de cada una de las secciones que participaron en el ejercicio.
María Eugenia Vílchez
Me mueven las causas justas. Me gusta contar historias y dar voz a personas que normalmente no la tienen...