Armonía

Jerez de la Frontera

Todo comenzó como se inician las cosas sencillas, las que suelen salir bien. Breve encuentro: “¿cómo sigues?...; por cierto: vamos a… De acuerdo; lo pienso.”. Y aquí estamos. Un buen puñado de minutos después entrelazando puntadas; imaginando el diseño; pensando en Ella, Titular a la que me Siento profundamente Unida.

Distintas, sí: edades; profesiones; algunas ideologías; vidas cotidianas e inquietudes. Pero que ensamblan cuando somos conscientes de ese retador objetivo y de su implícita responsabilidad; y cuando, además, esa participación en lo común, el respeto y el cariño, son base de nuestros buenos ratos de convivencia. Nadie despunta, ¡valga la expresión!; al contrario, cada cual intenta aportar para el avance del otro y el propio que es, a la postre, el del grupo.

Al igual que en la Oración, inclinamos la cabeza y de vez en cuando elevamos la mirada. Al igual que en la Oración, paramos de vez en cuando para revisar lo realizado: lo que requiere corrección o lo mejorable… Y al igual que en la Vida, ponemos los cinco sentidos, llamando en ocasiones al sexto. Manos no siempre rítmicas. A diferencia de nuestros Corazones; cuyo deseo, en medio de tanto `ruido´, es encontrar la armonía durante el camino y ojalá en la resultante, que cuidamos, literalmente, como «oro en paño».

Gracias al grupo de bordado, permítanme que en especial al fundado por la Hermandad de “La Viga”. Y gracias a las hermanas dominicas de “El Beaterio” por abrirnos las puertas de su hogar, impregnándonos de la generosidad y humildad que las caracteriza.

Confío en que este grupo sea el inicio de una nueva cadena con proyección intergeneracional. En cualquier caso, brindo porque la armonía siga siendo centro y protagonista, tanto en lo que a nuestro hacer respecta como en la convivencia de nuestros periódicos encuentros.