Caso Cerro Muriano: El capitán no admite su responsabilidad y culpa a los soldados del desenlace al entrar en pánico cuando se metieron en el agua

Córdoba

“El detonante de lo que pasó, no lo sé”, ha dicho el capitán este martes ante el Togado. En su primera declaración ante el Togado Militar Central, el militar que dirigió el ejercicio ha mantenido a grandes rasgos su declaración inicial. En ella decía “no saber qué había fallado" para que murieran ahogados dos militares en ese ejercicio del 21 de diciembre.

Su declaración ha durado noventa minutos. Solo en respuesta a las preguntas del juez, la fiscal, el abogado del Estado y su abogado, el capitán ha dicho que a su juicio “todo estaba correcto: la cuerda era válida y solo era para guiarse, la flotabilidad era la adecuada, y se habían preparado cañones de aire caliente para atender a los participantes cuando salieran del agua y se habían previsto una veintena de medidas de seguridad".

Sin embargo el capitán ha sugerido, por primera vez ante el juez que lo ocurrido pudo “ser fruto de una casualidad” y "pudo originarse cuando los soldados entraron en pánico en el agua y empezaron a pedir auxilio”. El relato del capitán, culpando a los soldados del desenlace fatal del 21 de diciembre, ha indignado a las familias de las víctimas.

Sin embargo Fuentes próximas a la defensa del capitán, niegan que el militar haya señalado a nadie durante su declaración, ni a sus superiores (a los que ha exculpado), ni a los soldados, que eran en el momento del siniestro sus subordinados.

El capitán no ha contestado a las preguntas de la acusación, es decir de las familias de las víctimas. Nadie ha preguntado, al menos este martes, por los informes de los peritos sobre protocolos, medidas de seguridad e hipotermia encargados por el Tribunal Militar Central.

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Los testimonios del capitán y el teniente han dejado de ser coincidentes

En la sesión de este martes y por primera vez en lo que llevamos de instrucción previa, los testimonios del capitán y del teniente, inicialmente en un relato común, han dejado de ser coincidentes. El teniente ha llegado a decir ante el Togado Central que “se limitaba a cumplir las órdenes que le daba el capitán”.

El juez le ha preguntado de forma reiterada si tenía conocimiento de la profundidad de la parte del lago elegida para el ejercicio. El teniente “ha negado saberlo” a pesar de que sí conocía, porque inspeccionó su instalación, que para ubicar la cuerda guía fue necesario usar “un pato”: una pequeña embarcación individual que permite la flotabilidad e impulsarse mediante aletas hasta zonas de mayor profundidad.

El teniente dice ahora que la mina que llevaban los soldados de la primera sección, no era un castigo sino parte de la instrucción

A preguntas de su abogado el teniente ha dicho hoy que la mina de 3,5 kilos que ordenó colocar no era un castigo.

El militar asume la autoría del la orden de la mina pero niega que fuera como consecuencia de un castigo, tras enfadarse por la mala ejecución de un ejercicio anterior.

El teniente ha explicado que formaba parte de la instrucción del PBI, aunque no ha aclarado por que no lo la portaban el resto de sus compañeros.

En los ejercicios de otros militares, los soldados hacían pie, llevaban línea de vida y no se programaban en invierno

Previamente a ellos han declarado dos militares de Cerro Muriano pertenecientes a otras unidades y que también han llevado a cabo y dirigido la misma maniobra: un capitán y un teniente coronel.

El teniente coronel ha explicado que en los ejercicios que ellos dirigieron, “los soldados siempre hacia pie, llevan linea de vida y nunca se llevaron a cabo en invierno”.

Todo ha sido en la víspera de que este miércoles declaren los cuatro mandos aforados con responsabilidades por encima del capitán: dos coroneles, un teniente coronel y un comandante.