Antonio Vázquez Morejón, psicólogo clínico: "Las relaciones sociales son fundamentales para una buena salud mental, pero a la vez son muy complejas"

Sevilla

Las relaciones sociales constituyen un ámbito de especial relevancia para el mantenimiento de la salud mental. Desde la importancia de las relaciones vinculares con madre y padre, ya desde el inicio del propio embarazo, hasta las relaciones sociales más formales, que facilitan la integración social, las relaciones sociales marcan de un modo crucial nuestro bienestar emocional.

Antonio Vázquez Morejón dice que "a constitución de una red social que facilite mecanismos de apoyo social es un elemento clave para el mantenimiento de la salud, tanto física como mental, como han venido mostrando muy diversas investigaciones", pero "no dejan de ser muy complicadas las relaciones sociales, muchas veces no identificamos lo que una persona está sintiendo, y lo que creemos que es enfado, puede ser tristeza" . "Por eso, sigue diciendo, es tan importante que desde pequeños se nos enseñe a manejar y solucionar las situaciones y problemas en vez de gritar y reñir".

Disponer de una red social que aporte apoyo social disminuye el impacto que diversos factores de estrés, que inevitablemente afrontamos a lo largo de la vida, ejercen en nuestra salud.

Mientras que la extensión de la red social, es decir la cantidad de contactos, facilita la integración social, es sobre todo la calidad de las relaciones -la satisfacción con estas relaciones-, lo que muestra mayor un mayor impacto en la salud.

No obstante, hay que ser consciente de que las relaciones sociales son complejas, que requieren una serie de habilidades sociales básicas que no todas las personas las han desarrollado de igual modo. Experiencias traumáticas (abandono en la infancia o carencia de vínculos estables, etc), modelos de referencia inadecuados, dificultades personales o entornos poco favorecedores del desarrollo de habilidades básicas (habilidades de comunicación, asertividad, autoestima) pueden dificultar el desarrollo de esta red social y dar lugar a carencias importantes.

Creencias interpersonales más negativas o disfuncionales (“la gente es mala”, “no hay verdaderos amigos/as”, etc.) pueden favorecer relaciones conflictivas y con ello entornos de insatisfacción y retirada.

Las relaciones sociales son una fuente de satisfacción y de desarrollo personal, aunque a su vez, por causas muy diversas, pueden constituir un foco de tensión y malestar. Cuando esto sucede es preciso analizar y abordar estas causas para revertir la situación y lograr el potencial de salud que las redes de apoyo social pueden entrañar.

Un entorno social poco solidario, espacios urbanos poco propicios para la comunicación, dificultades personales, cambios sociodemográficos, etc. pueden estar en la base de estas dificultades y propiciar ese aumento de lo que se ha venido a llamar soledad no deseada.