Lalo es del Almería

Eduardo Gómez García-Barbón ha entrenado a clubes de toda España. Fue un gran futbolista que dejó huella en Real Oviedo, Granada o Real Murcia, entre otros, y ahora en el retiro de su Asturias patria querida disfruta de sus nietos vestidos con la camiseta que también luce su hijo, Antonio Luis, que vive en Aguadulce y tiene hijos almerienses. Luego presentamos a la familia porque la noticia está en el seguimiento constante que hace del Almería un hombre del fútbol al que nadie conoce por su nombre y menos por sus apellidos, ya que la huella futbolística responde al nombre de Lalo. Basta decir Lalo para que toda España sepa que estamos hablando de un futbolista de leyenda que en Oviedo, Granada, Murcia o Almería por ir más lejos ha dejado una huella imborrable. Le contemplan ascensos inolvidables y páginas para la historia pero la provincia de Almería es especial porque aquí también lograba triunfar salvando al Almería del descenso. Al Poli Ejido lo hizo grande y fue decisivo en el ascenso del Mármol Macael a Segunda B junto a Antonio Oviedo.

Lalo es uno de los grandes para la afición del Real Oviedo que le profesa un cariño sin igual. Vive en Asturias y mira al sur esperando cada verano la llegada de su hijo Antonio Luis al que hizo futbolista profesional y llegó a dirigir en Poli Ejido y Granada. Antonio se quedó en Almería para siempre y han nacido sus dos hijos, Martín y María, que son del Almería como papá y el abuelo Eduardo. La noticia está en el mensaje de Lalo para toda Almería: "Un abrazo para la afición rojiblanca y decirles que ahora más que nunca toca estar unidos para volver porque Almería es de Primera". Si lo dice un sabio del fútbol es que es verdad. No se olvida de los otros clubes donde dejó huella ya que "en El Ejido y Macael fui feliz por el cariño de sus gentes".

Visita guiada

Cada verano Antonio Luis sube a la familia en el coche y pone dirección al Principado de Asturias para ver a su mejor entrenador. No fue fácil estar en el vestuario con papá porque eran muy bueno en sus comienzos en el Granada y se fijaron grandes equipos para firmarlo. Antonio Luis competía con sus dos nombres y pudo hacer carrera. No jugaba titular por afinidad ya que se ganaba el pan con sus regates y sus goles. Cuando el calor aprieta y la piscina de Aguadulce no da para refrescar lo suficiente hace la ruta que le lleva a sus orígenes asturianos para ver a Lalo entrenador y Eduardo padre. Allí vuelven a disfrutar del mejor ambiente familiar con buena 'sidrina' y la mejor comida que va desde la fabada al cachopo de los niños. Lalo está bien y esa es la noticia para ellos que se hacen la foto con la camiseta del Almería y el abuelo les anima porque: "Vamos a volver a Primera División". Si lo dice Lalo...

Mensaje claro

Desde el primer plato a los postres no se habla de otra cosa. El nieto, Martín, ha salido al abuelo y le encanta el fútbol. Le ha dicho que solo ha vivido una victoria de su Almería en la última jornada y el abuelo con palabra sabias le dice que: "Ahora toca estar más unidos que nunca y volver a Primera. El fútbol tiene estas cosas y toca seguir". Antonio Luis no se pierde un partido y suele comentar en la Cadena SER las sensaciones del Almería. Se hizo del equipo y no se borra como María y Martín que van al 'cole' con la camiseta del Almería por malos que sean los tiempos. A sus nietos les cuenta batallas de un fútbol que nunca volverá pero: "Cuando uno se hace de un equipo debe de ser para toda la vida". Lo dice uno que ha entrenador a media España y conoce bien a las aficiones.

Siempre fútbol

Lalo quiere pasar de los 100 años y va camino de ello porque se mantiene fuerte de mente. Su cabeza es un ordenador y no para de ver fútbol y de leer sobre el deporte que ha sido su profesión y su vida. Los mayores de Asturias lo recuerdan como aquel extremo valiente y escurridizo que era muy difícil de marcar. Jugó muchos años en Primera y cuando toma la palabra y relata un partido en el Carlos Tartiere o un gol suyo con el Granada en Los Cármenes, le brillan los ojos y borra de un plumazo todos los años pasados. Lalo nunca colgará las botas y ahora en su retiro dorado sigue viendo un fútbol con el que se identifica (pero menos) ya que es más físico y se toca menos la pelota. La Eurocopa de España le ha sentado de maravilla y el descenso del Almería ya lo olvidó.

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Dios guarde a Lalo muchos años.