Sociedad

Las ventajas del tratamiento láser para reducir los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia

Los síntomas asociados a este trastorno afectan a un 70% de las mujeres en edad postmenopáusica

Doctor José Famián Hernández, ginecólogo de Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla

Sevilla

Expertos en Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla destacan las ventajas del tratamiento láser para reducir los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia, una afección que se manifiesta con determinados cambios anatómicos y funcionales genitales y urinarios debidos, principalmente, al descenso fisiológico de estrógenos y otras hormonas sexuales, como los andrógenos, que se produce, habitualmente, durante la menopausia establecida o, incluso, la perimenopausia.

El Síndrome Genitourinario de la Menopausia (SGM) produce cambios tanto a nivel vulvar y vaginal, como en la uretra y la vejiga urinaria. Los síntomas más comunes asociados a esta afección suelen ser mayor sequedad, picor, dolor durante las relaciones sexuales o disuria, es decir, molestias al orinar. En este sentido, el doctor José Famián Hernández, ginecólogo de Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla apunta que estos síntomas “pueden simular una infección de orina, y hacen que aumente el riesgo de infecciones vaginales al cambiar el pH y que se puedan producir pequeñas pérdidas de orina”.

Para su tratamiento, el Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla aplica la terapia láser de diodo que, en combinación con terapias médicas complementarias de aplicación local, como el ácido hialurónico y los factores de crecimiento, ofrece los mejores resultados para la reducción de los síntomas asociados al SGM.

“El láser puede ser un complemento perfecto a las terapias médicas o actuar cuando estas se nos quedan cortas”, añade el doctor Hernández. El procedimiento es sencillo, rápido y prácticamente indoloro, salvo la terapia de liquen escleroatrófico, para la cual se debe aplicar anestésico tópico. “El láser penetra en el tejido hasta 2 mm, produciendo un calentamiento medido y controlado de la zona vaginal y vulvar, reactivando la producción de colágeno y elastina, regenerando los tejidos de forma natural y aumentando el flujo sanguíneo y la lubricación con la consiguiente mejoría de los síntomas como la sequedad, el picor o el dolor durante las relaciones sexuales”, explica el doctor.

Este conjunto de síntomas se produce, mayoritariamente, en mujeres de entre 55 y 75 años, y afecta al 70% de mujeres en edad postmenopáusica. No obstante, mujeres jóvenes también

pueden experimentar un descenso estrogénico por diversos motivos, como pueden ser un fallo ovárico precoz, algunos tratamientos oncológicos o el haber tenido que extirparse los ovarios. El tratamiento láser se adapta a todos estos perfiles de mujeres ya que, como concluye el doctor Hernández, “es una terapia local en la cual no se utiliza medicación, no es invasiva y se puede realizar en consulta, lo que hace que la paciente pueda realizar vida totalmente normal”.