Rafael García, neurólogo del hospital Reina Sofía: "Ante el mínimo síntoma de ICTUS hay que llamar al 061"

Córdoba

Unos 900 pacientes al año son atendidos por la Unidad de Ictus del hospital Reina Sofía de Córdoba, a los que hay que sumar los que pasan por otros servicios sanitarios del centro o la provincia. En total, unas 1.200 personas al año sufren este "golpe fulminante" ante un déficit del riego cerebral y el tiempo de reacción es fundamental. De hecho, el ictus es la principal causa de dependencia en Europa. Además de la segunda causa de muerte en hombres y la primera en mujeres.

Pérdida de fuerza en las extremidades y el rostro, problemas de visión o alteraciones del lenguaje son algunos de los síntomas que indican que se está sufriendo un ictus. Y no hay que subestimarlos, ya que la rapidez evita el crecimiento del daño. Lo primero, llamar al 061. Lo ha explicado en Radio Córdoba el neurólogo Rafael García, profesional de la Unidad de Ictus del hospital cordobés.

"Es muy frecuente que los pacientes se echen a dormir y y piensen 'a ver qué pasa mañana por la mañana'. Pero muchas veces, sobre lo que haya a la mañana siguiente no podamos actuar. Por eso, es importante que ante el mínimo síntoma que sea compatible con un ictus se actúe rápido. Y la mejor forma de hacerlo es llamando al 061", ha explicado el doctor.

Los tratamientos pasan por la administración de un tratamiento farmacológico y por un cateterismo (ambos son compatibles) para eliminar el trombo que obstruye la circulación. Pero los cuidados durante la hospitalización son muy importantes "en estos pacientes que deben pasar un proceso de vigilancia y cuidados muy estrechos. El personal de enfermería, auxiliares y celadores en la Unidad de Ictus no solo permite evitar complicaciones, sino que mejora el pronóstico de los pacientes".

Por ello, García ha pedido la ampliación de la unidad con más profesionales y recursos que atienden las alertas ICTUS. Tras el tratamiento, la rehabilitación es otro aspecto que van a necesitar los pacientes. En muchos casos, de por vida.

También ha llamado a la prevención, ya que las causas del ictus se deben a los efectos de no llevar una vida saludable. Hay que hacer una dieta adecuada, deporte, no fumar y apostar por un consumo de alcohol muy moderado. El estrés no es un factor en sí para sufrirlo, aunque sí puede puede ser una razón indirecta, ya que puede provocar problemas de salud.

La importancia de la reacción: el testimonio de Germán Llamas

Germán Llamas es cordobés y tiene 45 años. Sufrió un ictus por una patología congénita en el corazón el 25 de enero de 2020, solo 4 días después de su cumpleaños. Tomaba algo con sus amigos a mediodía, después del trabajo, y notó cómo perdía fuerza en el lado derecho y no podía hablar bien. Sabía que era un ictus. Sus amigos lo llevaron rápidamente al hospital Reina Sofía y allí su atención fue prioritaria.

¿Causas? Un problema en corazón del que fue intervenido justo después. Ahora lleva una vida tan sana como antes. Aunque ya se ha recuperado "por encima del 90%", sigue acudiendo a su fisioterapeuta. Tras el ictus, quedó en una silla de ruedas. Hoy agradece la atención médica que se activa en cada caso. Y, por supuesto, sigue con la rehabilitación por pequeñas secuelas en un tobillo y una muñeca. "Yo sigo en rehabilitación", ha expresado Germán en Hoy por Hoy.

Raquel fue la primera profesional que lo trató y, a partir de ahí, "el trato fue increíble". "Me pusieron la inyección y todo cambió. Me trataron genial, desde el celador que te lleva en la silla de ruedas con un trabajo psicológico impresionante. Y como estás al fondo de tu vida, ya solo piensas en que lo importante es subir, escalón por escalón".

Considera a los profesionales del hospital Reina Sofía y de la Unidad de Ictus unos "ángeles de la guarda" y entre ellos, entiende que ya cuenta con "amigos".