Los vecinos de Cerrado de Calderón, en Málaga, denuncian nueva presencia de jabalíes en la zona

Málaga

Los vecinos de Cerrado de Calderón, en Málaga, denuncian nueva presencia de jabalíes en la zona. El ayuntamiento de Málaga trata de contralar la presencia de estos animales que han sido vistos comiendo entre restos de basura o alimentos de otras especies. En la provincia de Málaga, y en algunas zonas aledañas de las provincias de Cádiz y Sevilla, la población de jabalíes ha experimentado un aumento tan espectacular en los últimos años que se está convirtiendo en una auténtica plaga.

Debo aclarar que no se trata de jabalíes en estado puro, sino mayoritariamente de ejemplares híbridos, en mayor o menor medida, y que en algunos lugares se ha comprobado incluso la existencia de cerdos vietnamitas asilvestrados.

Los resultados de las monterías que se celebran en los últimos tiempos dan buena fe de esta situación, siendo normal abatir un numero de ejemplares impensable hace diez años y comprobándose que la mayoría de los ejemplares capturados son híbridos. Creo que esta excesiva abundancia de jabalíes puede tener efectos muy negativos para el medio ambiente, como cualquier otro desequilibrio oblacional, y que la especie, en Málaga, se encuentra en una situación de claro descontrol.

Es bien sabido que el jabalí es un animal omnívoro y que constituye uno de los principales predadores de las especies de caza menor, en particular de la perdiz y resulta significativo que el número de perdices en nuestro país en los últimos años vaya en proporción inversa al aumento de la población de jabalíes. Además, el jabalí puede ser transmisor de enfermedades infecciosas graves, como la tuberculosis y la triquinosis, y la excesiva densidad de la especie favorece la propagación de las mismas. Hace tiempo que en la zona de Gaucín se ha registrado un brote de triquina sin que hasta la fecha se haya conseguido poner freno al mismo.

Por otra parte, los jabalíes son los principales responsables del aumento en el número de accidentes de tráfico producidos por especies cinegéticas, sin olvidar los daños a la flora e incluso a los campos de golf. He podido ver recientemente en Internet las imágenes de un jabalí deambulando por el arroyo Jaboneros, en la malagueña barriada de El Palo.

En definitiva, creo necesario adoptar medidas correctoras con carácter de urgencia y en mi opinión, dichas medidas deben pasar por la intensificación de la presión cinegética sobre la especie, alargando el período hábil de caza de la especie, básicamente. Aunque haya quien no opine lo mismo, creo que la caza es la forma más eficaz de controlar al jabalí, y no debemos olvidar que una de las finalidades de la caza es precisamente mantener la correcta densidad de las poblaciones y contribuir así al equilibrio natural y la biodiversidad.