Las familias de menores con autismo denuncian la falta de recursos durante el verano en Córdoba

Córdoba

Los menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA) necesitan atención "durante todo el año". De hecho, en verano sufren un "confinamiento" climático que afecta muy negativamente a su comportamiento y estado de ánimo.

Mercedes Torres es madre de dos menores con TEA y Carmen Pérez tiene a un hijo con 15 años y un 90% de discapacidad por su grado de autismo. Paqui Ruiz es madre de un pequeño de 7 años con autismo considerado de 'grado 3'. En todos los casos, como en el resto de familias de menores con TEA, se ven afectados por el encierro que suponen las altas temperaturas. Y, sobre todo, por la falta de recursos, tanto de centros como de actividades accesibles económicamente. Sí, cualquier ocupación estival (campamentos, piscinas...) multiplica el precio para este tipo de usuarios. Y hay pocas, según se quejan las tres madres en Hoy por Hoy Córdoba.

Su comportamiento "disruptivo", como explica Mercedes, les provoca nerviosismo, falta de sueño y actitudes incontroladas. Al desgaste psicológico de las familias se suma el problema de falta de atención en verano. Los menores necesitan salir, pero las opciones son muy escasas.

"Queremos que vean nuestra realidad y centros de apoyo", demanda Carmen. "Tenemos autismo 24/7 y no es que pidamos un trato especial sino que es un derecho de la infancia", añade Mercedes. "Pasan de tener mucho a nada, es como si a un pajarito que está volando lo metes en una jaula", describe Paqui. Piden a las administraciones apoyo.