Tribunales

Caso Cerro Muriano: ¿Qué les pasó a los otros dos soldados que estuvieron a punto de morir en el ejercicio del lago?

Las víctimas menos conocidas del ejercicio mortal de Cerro Muriano, por las que el juez añade dos delitos de eficacia en el servicio en grado de tentativa a los cargos de cinco de los seis militares acusados, eran otros dos soldados de nuevo ingreso de la misma sección del soldado y el cabo fallecido

Militares de la Base de Cerro Muriano durante unas maniobras ( foto de archivo) / María Eugenia Vílchez

Córdoba

Seguramente será complicado de olvidar el nombre de los dos militares que murieron en el ejercicio del lago de Cerro Muriano: Miguel Ángel Jiménez Andújar , Carlos León Rico, pero en su escrito de procesamiento, el juez instructor añade dos delitos más contra la eficacia del servicio en grado de tentativa, por el riesgo que corrieron otros dos militares

¿Quienes son y qué les pasó?

Aunque en el relato que la Guardia Civil en la instrucción previa, confirmado en las posteriores testificales ante el Togado 21 de Sevilla y ante el Togado Militar Central número 2 de Madrid; se alude a más soldados que tuvieron que ser rescatados con síntomas de hipotermia, y atendidos en la propia base militar de Cerro Muriano, la situación más grave la vivieron dos soldados, ambos de la primera sección que se encontraban entre las primeras quince personas que entraron en el agua y que estuvieron a punto de perder la vida en el ejercicio.

Los dos eran compañeros directos del cabo Jiménez y del soldado León

El primero fue rescatado del agua inconsciente. Según el relato de los hechos, un subteniente que circunstancialmente hacía ejercicio por los alrededores del lago esa mañana, escuchó los gritos de auxilio y fue el primero en llegar para prestar ayuda al soldado que estaba fuera del lago pero inconsciente.

Según ese relato que obra e poder del juzgado: "El subteniente vio a dos soldados en la orilla sur del lago, y cuando se acercó, uno de ellos le advirtió de que su compañero no respiraba. Como el soldado ni respiraba ni tenía pulso, y tenía agua en los pulmones, el subteniente no se lo pensó dos veces y comenzó a realizarle una maniobra de reanimación cardio pulmonar, una RCP. A los pocos minutos vio como la víctima comenzaba a echar agua por la boca y a respirar, por lo que colocó al soldado en posición de defensa hasta que pudo empezar a responder por sí mismo, recuperando la consciencia". Según los argumentos utilizados por el Togado en el auto de procesamiento, cuatro horas después del ejercicio, a las 13.30 del mediodía, la temperatura corporar del soldado no sobrepasaba los 32º.

No fueron trasladados a un centro hospitalario hasta pasadas las dos de la tarde aunque la temperatura del más grave era de 32 grados, cuatro horas después del ejercicio

Sin embargo, la documentación del caso a la que ha tenido acceso Radio Córdoba confirma que al menos hasta las 14.00 horas, lo soldados gravemente afectados por hipotermia no fueron trasladados hasta un centro hospitalario.

Esos mismos documentos confirman también que el hecho de que la ambulancia no estuviera en el lago, sino en el campo de tiro, hizo que "una vez avisados, no pudieran atender al soldado más grave, con la urgencia que precisaba".

Tampoco a un tercer soldado que se encontraba en situación de ahogamiento y que precisaba una atención sanitaria inmediata, al encontrarse en estado semiconsciente.

El segundo de los soldados por cuyas lesiones se acusa a cinco de los seis mandos encausados, salió del agua cuando el capitán ordenó cortar la cuerda, "se tiró de ella hacia la orilla para acercar a tierra a los soldados que habían quedado en el interior del lago y que no podían valerse por sí mismos".

"Así fue como salió del agua al segundo soldado que no era capaz de moverse, ya que se encontraba paralizado por el entumecimiento de sus extremidades debido al frío".

No fueron los únicos. Aunque con consecuencias menos graves, la mayor parte de la quincena de soldados que entraron en el agua en el primer turno no alcanzaron la orilla, tuvieron dificultades para terminar el ejercicio.

Sin la ayuda del resto de soldados y del personal externo a la maniobra estaríamos hablando de una tragedia mayor

Lo dice el propio juez instructor, el togado del Tribunal Militar Central número 2 de Madrid, cuando relata en su escrito de procesamiento el rescate de otros tantos soldados del Programa Básico de Instrucción, y destaca el papel que jugaron en aquel caos, soldados y mandos que "sin tener fuerzas para moverse, ayudaron en el auxilio de sus compañeros". Es el caso de varios sargentos, cabos , tenientes y soldados de la primera y de la segunda sección, y del subteniente que hizo la RCP a uno de los soldados, que continuó ayudando a los soldados con síntomas de hipotermia y que amarrado con una cuerda a una de las encinas se introdujo en el agua para buscar más soldados, hasta que tuvo que retroceder, cuando ya no pudo seguir avanzando con seguridad.

María Eugenia Vílchez

Me mueven las causas justas. Me gusta contar...