La plaga del avispón oriental se extiende por Málaga y su control es difícil según los técnicos

Málaga

La plata del avispón oriental se extiende por numerosos puntos de Málaga capital y la provincia. Son muchos los vecinos que han alertado, tanto en las redes sociales, como mediante el aviso a las autoridades, de la presencia de estos insectos cuyas picaduras pueden ser muy molestas para el afectado. Desde la Junta de Andalucía, los equipos especializados están intentando localizar los nidos de estos ejemplares para su sellado aunque los propios técnicos admiten las dificultades de localizar estas colmenas que nada tienen que ver con las de la avispa tradicional. Se han reportado casos en puntos de la capital como la desembocadura del río Guadalhorce, las barriadas de El Palo, Pedregalejo, La Térmica, Malagueta,... así como en numerosos puntos de la provincia de Málaga. La picadura de un avispón oriental se manifiesta con un pinchazo similar al de un gran alfiler: causa un dolor agudo, y posteriormente un fuerte escozor, parecido a una quemadura. Aunque su veneno no es mortal, a no ser que uno sea alérgico a la avispa común, sí que es más potente y rápido, por lo que hay que tener especial cuidado. El mayor peligro es que ataquen varias avispas al mismo tiempo.

El delegado provincial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, José Antonio Víquez, ha explicado en SER Málaga, que "a partir de la proliferación de esta especie en diferentes puntos de Andalucía, se aprobó un plan por parte de la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad en la que se tiene en cuenta este tipo de especies invasoras. En este caso es un avispón exótico que tiene efectos sobre la pérdida de biodiversidad. En concreto, en la provincia de Málaga ya hay detectado varios varios casos ahora mismo, y desde la Junta de Andalucía -la propia delegación- cuenta con equipos de trabajo preparados para el tratamiento de estos de estas colonias. El problema de este tipo de de avispón oriental es que su unificación no es en forma de colmenas, aunque a veces incluso pueden atacar las propias colmenas de la avispa común, y se llegan a introducir ahí pero también lo hacen en tuberías debajo del suelo, es decir, que es bastante difícil de identificar si tienen edificaciones subterráneas o construcciones. Es complejo la detección de colonias lo que incrementa el riesgo incluso de picadura múltiples".

Víquez detalla que "tenemos un plan que nosotros aplicamos en el medio natural si nos avisa, pero tenemos que localizar exactamente donde está el nido para poder sellarlo y evitar pues males mayores sobre la biodiversidad. También disponemos -sobre todo en fincas privadas- de la concesión de autorizaciones para que se pueda sellar este tipo de nidos, pero dentro del espacio de medio natural en las zonas urbanas -en los municipios- son los propios medios que tienen los ayuntamientos que se tienen que hacer cargo del sellado de estos nidos. Nosotros trabajamos en el medio natural, e insisto cuando se trata de fincas privadas en el medio natural damos las autorizaciones pertinentes. Si es en la desembocadura del Guadalhorce tendríamos que identificar dónde está el nido para su posterior sellado teniendo en cuenta que hay una enorme difícil para detectar el nido pero mediante la observación nuestros equipos y técnicos pueden llegar a ello".