Ha muerto Juan José y sus Guitarras

A las diez de la mañana ha partido a cantar en el Cielo un almeriense inolvidable. Se llamaba Amor Juan José Sánchez Cruz pero pasó por la vida como Juan José y sus Guitarras. Toda Almería cantó sus canciones pero el fútbol almeriense jamás lo olvidará porque cantaba el himno de la Agrupación Deportiva Almería con el alma y se vendieron miles de cassett en Río Preto Radio a 175 'pelas' de los setenta y no había socio sin el himno. Fue un cantante de raza que no he hizo rico con la música pero grabó sus discos y se hizo un huego en este difícil mundo. Era asiduo a LA VOZ DE ALMERÍA y se prodigaba por la Cadena SER y en los tiempos de Localia Televisión donde una noche en directo nos cantaba el himno del Almería y nos puso un nudo en la garganta. Juan José se ha marchado en silencio en un mes de agosto que era siempre agotador en los buenos tiempos de su carrera cuando lo contrataban y atendía siempre sin importar la categoría de los escenarios ya que Juan José se definía como un todoterreno de la canción.

Juan José cantaba con el alma y era cercano sincero porque te miraba a los ojos. Decía que los míos son azules: como para engañarlo. Nació en Benahadux y en la sala de maquillaje le sorprendí cantándole: "María Cruz, María Cruz: mi madre es de Almería del pueblo de Benahadux". Dio un bote y me preguntó: "¿Cómo te sabes la letra de la canción?". Le dije que había seguido su carrera por la radio y en mi transistor cuando los Discos Dedicados de radio Juventud ponían esta canción. Juan José se fue a Barcelona sin sus Guitarras a buscar fortuna y allí conoció a Manolo Escobar pero no tuvo la suerte del cantante de Dalías pero pudo grabar sus primeros discos para luego volver a su tierra.

María Cruz

Se llamaba Amor Juan José Sánchez Cruz pero para todo el mundo era Juan José y sus Guitarras. Nadie supo jamás cuántas tenía pero pregonaba a los cuatro vientos que había nacido en Benahadux y era muy 'madrero' quería con locura a María Cruz a la que le cantó con el alma y su vida no fue fácil ya que cansado de buscar trabajo sin éxito hizo las maletas y se subía al tren del progreso con destino a Catalunya. Allí se acopló como pudo mientras en el viaje me contaba como empapaba el pañuelo de su madre en lágrimas porque dejaba lo que más quería. Tuvo tres niñas y un niño y curiosamente la tercera se llama Montserrat como aquella Virgen a la que rezaba porque la del Mar se quedaba muy lejos. Contaba Juan José como se hizo un hueco en la música porque cantaba bien pero "no tuve un buen padrino" y se vino para Almería y se lo 'rifaban' las emisoras de Radio. María Cruz que tanto lloró la emigración de su hijo tuvo una canción para todo el mundo supiera quién trajo al mundo y donde a Juan José y sus Guitarras.

Emigrante

Cuando llegó a Barcelona para comerse el mundo se topó con una forma de vivir de los almerienses emigrados muy distinta a la que se proyectaba en Almería. Me contaba Jua José como en viviendas de 40 metros cuadrados había familias de 5 hijos y abuelos y se apañaban. Él no lo tuvo fácil pero trabajó por un sueño que le costó alcanzar ya que "lo primero que aprendía fue que en el mundo de la música mandan los padrinos". Tuvo que rascarse el bolsillo para su primer disco y luego para el segundo y tercero. El dinero salía de sus actuaciones en salas de fiestas, bodas y bares de cantantes. Nunca ocultó lo complicado de su carrera que le llevó a ganar un dinero que le duraba poco por la inversión en discos. Con los ahorros se vino a Almería y se compró un terreno cerca del Aeropuerto donde se hizo una casa y montó el Mesón de 'Los Faroles' donde cantaba. Fue tras la muerte de su mujer para sacar adelante a los cuatro hijos. Los almerienses siempre le respondieron y Juan José y sus Guitarras siempre daban la talla.

El himno

De todos los discos que grabó en su carrera estaba orgulloso porque le cantó a su madre y a sus hijos. Le hizo una canción a la mayor Rocío. Pero lo que no podía esperar Juan José y menos aún sus Guitarras fue la que se montó cuando salió a finales de los setenta el himno de la Agrupación Deportiva Almería. Era una cinta de cassett que se venía por 175 pesetas de la época y se vendía en Río Preto Radio por Andrés Felices padre (ahora manda el hijo) como las rosquillas. En la guantera de los socios del Almería siempre iba el estuche y la cinta dentro sonando a toda pastilla con la voz de Juan José: "Almeríaaa no hay equipo que te venza, Almeríaaa no hay equipo que compita con tu furia y tu tesón. Y por eso todos gritan: alirón el Almería campeón. No les quiero ni contar cuando una noche en Localia Televisión nos pusimos a cantar todos en directo. Acabamos llorando de felicidad. Porque Juan José fue feliz con todo lo que la vida le dio y se adaptaba a los tiempos. Ahora Juan José canta solo en el Cielo porque sus Guitarras no cabían en el nicho para ese viaje hacia la eternidad que comenzaba pasadas las diez de la mañana de un martes 27 de agosto, de ese agosto que tanto trabajo le dio.

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