¡Que suene el grito de guerra!

"Estaría bien que la UD Almería le homenajeara poniendo el himno de la Agrupación Deportiva Almería este sábado", leo a las seis menos cuarto de la mañana en el teléfono móvil. Escribe José Manuel Bretones que recuerda a Juan José y sus Guitarras y a su padre cuando: "le hacía las octavillas y la publicidad cuando iba a los pueblos". La idea viene del presidente de la Asociación de la Prensa de Almería y lo hace desde el recuerdo y la sensibilidad con la gente sencilla. José Manuel también cantó en su juventud el grito de guerra del Almería que llegó desde la Regional hasta la Primera. Un himno con letra y música de un almeriense que cantaba como los ángeles y que metió en una cinta de cassett sus grandes éxitos junto al himno del Almería. Lo que pide Bretones es algo que ronda por la mente de los abonados más veteranos, aquellos que lo fueron antes de la A. D. Almería. los que vivieron ese otro fútbol que nunca volverá cuando no había camisetas ni bufandas y todo se resumían en un banderín o un 'escudico' en la solapa. Hay que atender la petición de José Manuel Bretones y que este sábado suene con fuerza el grito de guerra que nos ha acompañado toda la vida. Un himno que nos ponía como motos en la grada del Franco Navarro antes de los partidos. Juan José y sus Guitarras supo meter en dos minutos la esencia de Almería.

No se debe de olvidar a Juan José y sus Guitarras ni a Pepe Sánchez de la Higuera que al órgano le ayudo a componer la banda sonora de nuestras vidas. Los que pasamos por Rio Preto Radio a comprar la cinta salíamos con un tesoro en las manos. Luego a ponerla en el cassett del Seat 127 camino del Franco Navarro a animar a un Almería muy distinto hasta ahora y que nos hizo vibrar con un ascenso a Primera cuando la provincia tocó el Cielo. Bretones cantaba el himno. Se lo sabe de memoria y llega al corazón. Ahora le toca al club corresponder con un hombre que nunca hizo cuentas sobre si le fue rentable a nivel económico aquella obra pero siempre tuvo claro que no iba a haber un himno más 'chulo' que el suyo.

Homenaje

Porque lo ha pedido José Manuel Bretones toca al Almería dar un paso al frente y poner a toda pastilla en la previa del partido una imagen en el videomarcador de Juan José y sus Guitarras y dar rienda suelta a su gran composición. No cuesta nada y que los más jóvenes puedan comprobar que hubo otro Almería como el de ahora capaz de jugar en Primera División sin un ministro de Arabia Saudí. Con un presidente nacido en Berja, Alfonso García Sánchez, que no recibía dinero de las televisiones y dirigía un club que era de los socios (yo entre ellos) y que hizo un campo de fútbol con la venta de acciones por obra y gracia del inolvidable Antonio Franco Navarro. Tiene que corresponder Mohamed El Assy a sus abonados más veteranos que se pondrán como motos antes del partido contra el Sporting de Gijón. No cuesta tanto, hombre.

Grito de guerra

De cara al futuro hay que incorporar a la banda sonora del Almería de nuestros tiempos el himno de la Agrupación como lo conocemos todos. No es complicado y si bien hay que respetar el actual, en los grandes momentos como un ascenso o un paseo triunfal por la ciudad que suene siempre como homenaje a todos los que vibraron con Juan José y sus Guitarras. No se puede perder esta obra de antología que en dos minutos resume toda la esencia de lo almeriense. Le costó mucho trabajo y dinero el himno a su creador como para que se pierda en la noche de los tiempos. Tan acostumbrados estamos a olvidarlo todo en esta tierra que ha llegado la hora de conservar como tesoros las grandes obras y el grito de guerra del primer gran Almería; lo es.

Sencillez

Juan José era un cantante por naturaleza que nació en Benahadux del vientre de María Cruz a la que dedicó una bonita canción. Llevó su arte por los mejores escenarios y actuó en los más humildes con la misma dignidad. Ganó mucho dinero y le costó llegar a fin de mes. Conoció el hambre de la provincia de Almería y tuvo que hacer las maletas con destino a Barcelona. Pudo hacer 'fortuna' y montar el 'Mesón de Los Faroles' junto al Aeropuerto de Almería y criar a sus cuatro hijos. Cuando perdió a su mujer pasó un bache del que se recuperó y cuando hablaba te miraba a los ojos. A Juan José nadie lo engañaba porque era despierto y creador. Cantaba con el alma a las cosas sencillas: el pueblo donde nació. Su madre, su hija Rocío, su Almería... nunca pasó inadvertido porque su humildad y sencillez te atrapaba. Sabía bien de donde venía y sin olvidar nunca su pasado pasó por la vida como una estrella.

¡Que suene el grito de guerra!