El Córdoba pierde en Elche en un partido absolutamente lamentable (3-1)
Los blanquiverdes rozaron el ridículo, sin fútbol ni actitud, ante un rival que pudo golear
Córdoba
El Córdoba hizo uno de los peores partidos que se le recuerdan en los últimos tiempos y cayó con toda justicia ante un Elche que le pasó por encima. Los de Iván Ania dejaron una imagen muy preocupante en la tercera jornada de liga, sin juego, sin fútbol, sin ideas y por muchos momentos, sin actitud. Así es imposible salir a competir en esta categoría. El centro del campo no existe y por lógica, tampoco la delantera. Las bandas invisibles y la defensa mostró una falta de contundencia vergonzosa, con especial atención a Calderón, cuyos despistes defensivos empiezan a ser groseros.
Los blanquiverdes rozaron el ridículo por méritos propios, ya que en ningún momento (salvo en los diez primeros minutos) fueron capaces de competir ante un rival que comenzaba el partido como colista de la tabla, con cero puntos y cero goles a favor. El equipo se mostró falto de ideas y lo peor de todo, es que dio la sensación de impotencia, de bajar los brazos en cuanto cayó el primer gol de los ilicitanos. Un partido bochornoso que debe hacer reflexionar a todos.
El 3-1 pudo ser mucho mayor de no ser por Carlos Marín, que paró un penalti, que evitó dos goles cantados. Además, el VAR anuló un gol a Diaby que perfectamente pudo subir al marcador. El tanto final de Casas en el descuento no sirvió más que para maquillar un resultado corto que desnudó las tremendas carencias de este Córdoba.
Lo único positivo es que solo se ha superado la tercera jornada y quedo un mundo por delante. Hay que mejorar y hacerlo rápido. La Segunda no espera a nadie y este Córdoba, muy posiblemente no es tan malo como pareció en el Martínez Valero. Pero toca competir y dejarse la piel. Quien no esté por la labor, sobra.