El PSOE regala la bandera de la igualdad

Sevilla

El PSOE ha vuelto a elegir Sevilla. Entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre la capital hispalense acogerá el cuadragésimo primer congreso federal ordinario de los socialistas.

Pedro Sánchez adelanta el cónclave un año y lo hace en un momento en el que, por primera vez en mucho tiempo, algunas voces internas expresan con claridad su rechazo al coste que se paga para que el primer secretario del PSC sea el presidente de Cataluña.

No ocurrió con la amnistía, donde las voces críticas se limitaron a la vieja guardia que fraguó el sistema constitucional que dicha ley violenta. Pero los cuadros dirigentes en activo apenas se señalaron en público y nadie se opuso en todas las votaciones por llamamiento que tuvo el trámite parlamentario.

Lo que no pudo la ruptura de la igualdad de los ciudadanos ante la ley sí lo ha provocado la ruptura de la caja nacional en favor del independentismo catalán.

El PSOE andaluz siempre luchó por la igualdad y la solidaridad. El autogobierno andaluz lo consiguió el pueblo de Andalucía, pero sería necio negar el papel jugado por el socialismo de entonces.

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Más de 40 años después no parece quedar nada de aquello. La dirección del PSOE andaluz asume un acuerdo de financiación que supondría mermar los recursos del resto de las comunidades en favor de Cataluña. Regala la bandera de la igualdad.

Y lo hace sin cumplir lo que reclamaba cuando aún gobernaba Andalucía, tan infrafinanciada como ahora.

Si lo pactado por PSC y ERC llega al BOE, supondrá ceder lo conquistado en 1980 y cometer el error que en la Transición condenó a la oposición a la derecha andaluza durante casi cuatro decenios.