La Ventana Andalucía
Opinión

Que vengan más turistas, hasta que esto reviente

El gobierno andaluz y los alcaldes del PP de grandes capitales como Sevilla y Málaga continúan ofreciéndose a alojar en nuestras ciudades a todos los turistas del mundo

La Columna de Rubén Sánchez en La Ventana Andalucía

Que vengan más, que todavía caben. El gobierno andaluz y los alcaldes del PP de grandes capitales como Sevilla y Málaga continúan ofreciéndose a alojar en nuestras ciudades a todos los turistas del mundo. Como si los estuvieran invitando a venir a sus casas y no a las de todos los ciudadanos.

“No tenemos una ciudad saturada ni mucho menos, Sevilla puede recibir muchísimo más turismo”, decía a finales de agosto la delegada de Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Angie Moreno. Pues nada, por si fueran pocos, ahora nos toca sufrir el efecto llamada.

Estamos absolutamente saturados de turistas en un creciente número de ciudades donde los que vivimos todo el año y pagamos por ello nuestros impuestos nos hemos convertido en ciudadanos de segunda. Ciudadanos que sufrimos las consecuencias de los comportamientos nada cívicos de algunos de esos turistas que se alojan en pisos de nuestros edificios mientras sus propietarios han optado por dejar de alquilarlos como vivienda habitual al resultarles mucho más rentable lo otro. Ciudadanos que vemos como muchas de nuestras calles y plazas se convierten en territorios propiedad de turistas y hosteleros, a los que se les permite minarlas de mesas, sillas y sombrillas, enormes sombrillas. Que cuando nos asomamos a nuestros balcones, esas calles y plazas parecen la playa de Matalascañas cualquier domingo de agosto.

Y si nuestros hijos no pueden marcharse de casa porque no encuentran viviendas a precios razonables; y si nuestros hermanos, primos y abuelos se ven en la puñetera calle porque se les ha acabado el contrato de alquiler y no encuentran nada que se puedan permitir con sus salarios y pensiones, la solución que nos dan es para echarse a llorar. “Tener que irse a vivir fuera de Málaga tiene una importancia relativa”, decía en julio el alcalde Paco de la Torre cuando le preguntaban por la carestía de la vivienda. Para echarse a llorar o para mandarlos a hacer puñetas.

Y mientras, en el PP plantean limitaciones a los pisos turísticos que son de todo menos ambiciosas. Limitaciones de chichinabo. Y encima, a los populares les sale urticaria cuando les hablamos de llevar a cabo medidas para frenar la especulación inmobiliaria y, entre otras cosas, poner los topes a los precios de los alquileres que prevé la ley de vivienda. ¿Cómo se nos ocurre pedir que la gente pueda tener techo donde vivir cuando hay turistas deseando ocupar todas las viviendas posibles al precio que sea?

Rubén Sánchez

Periodista y secretario general de Facua.