Caso Cerro Muriano: La defensa del capitán pide el sobreseimiento de la causa

Córdoba

Con septiembre se ha reanudado el proceso del Caso Cerro Muriano, que paró en agosto por el periodo de vacaciones en la administración de justicia.

El procedimiento se ha retomado donde se dejó. Este viernes finalizaba el plazo dado por el juez instructor para que las partes presentaran sus escritos al auto de procesamiento.

En un escrito de 18 páginas, la defensa del capitán argumenta que no hay razones objetivas para el procesamiento de su cliente, y pide al Togado del Tribunal Militar Central número 2 de Madrid, que archive la causa.

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En el escrito en el que se impugna el auto de procesamiento del juez togado contra capitán y otros cinco militares de la base de Cerro Muriano, (un teniente, un sargento, un coronel, un teniente coronel y el comandante de la Plana Mayor), por la muerte de un cabo y un soldado el 21 de diciembre en un ejercicio de instrucción en Cerro Muriano.

Según el documento al que ha tenido acceso Radio Córdoba, el abogado del capitán pide además "la nulidad por indefensión" y duda de que se puedan atribuir dos delitos en grado de tentativa, en el caso de los dos soldados que sufrieron consecuencias graves por la hipotermia y que tuvieron que ser trasladados al hospital.

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En el escrito se argumenta que "no llegan a encontrar en el auto del Togado Central "motivación alguna que relacione un supuesto tipo delictivo claramente imprudente con las dos supuestas “tentativas” calificadas. Siendo la tentativa una intención de delinquir que resulta no consumada, no se llega a entender como puede concurrir en los presentes hechos".

El abogado que ejerce la defensa del capitán sostiene en su escrito que "es clamorosa la desatención a todos y cada uno de los argumentos justificativos del recogidos en sus informes al mando y amplia prueba documental; y en sus extensas explicaciones a los interrogatorios"

El documento sostiene textualmente que el capitán "realizó todos los trámites preceptivos ante el mando de su Regimiento; propuso incrementar notablemente y por su propia iniciativa diversas medidas de seguridad no exigida, no omitió ningún manual técnico operativo aplicable, suspendió inicialmente el ejercicio para volver a realizar la explicación correspondiente; canceló definitivamente el ejercicio al observar incidencias en la ejecución; y se lanzó al agua hasta la extenuación en cumplimiento de su deber intentando buscar al cabo".

El texto también defiende el papel del teniente y del sargento encausados, pide que queden fuera de la causa los tres mandos aforados para los que se pide procesamiento y arroja dudas sobre el papel del sargento que fue inicialmente encausado y que ha quedado apartado del proceso, recordando que las dos víctimas mortales del ejercicio estaban a su cargo.

El escrito disiente de los informes encargados a los técnicos, tanto el de las consecuencias de la hipotermia en el organismo como en el de las medidas de seguridad para una maniobra como la prevista, al estimar que no se ajustaban al caso.

Caso aparte merece las referencias al Togado. Sobre el juez instructor el escrito señala el descontento de la defensa del capitán con el papel del Togado que instruye las diligencias previas, al que atribuyen "una visión sesgada", seguramente de forma involuntaria, propia de la inusitada celeridad que ha tenido la segunda fase de este Sumario, rayana en la precipitación".

Y aunque el escrito matiza que que no dudan de la rectitud del instructor, es esa "rectitud en la intención la que en ocasiones se ha podido rozar la sugerencia o provocar en un subordinado un asentimiento casi automático, durante los interrogatorios".