Dinero, principios, Venezuela y China

Granada

La Junta no tiene más capacidad financiera, según ha asegurado el presidente. El dinero que hay está adjudicado para gastar en lo previsto: nada extra para gastar más en educación y en sanidad. Entiendo que el gobierno andaluz mantenga como fundamental la rebaja de ciertos impuestos a rentas altas. Es su opción política: beneficiar al capital para generar más riqueza, dice uno de los fundamentos ideológicos de su propio espacio. Se puede compartir o no pero es una opción de gestión. Lo que no es entendible es aplicar baremos estrictamente partidarios con el único objetivo de confrontar con otra administración gobernada por otro partido que no es el tuyo.

Si Andalucía no tiene más capacidad financiera, ¿cómo se puede rechazar negociar una quita que supondría disponer de una capacidad de endeudamiento adicional de hasta 25.000 millones de euros?

En los últimos días, se han agolpado varias cifras sobre las que la Junta deberá dar explicaciones convincentes: los 112 millones devueltos al gobierno central por no querer cambiar el actual sistema de guarderías concertadas por otro basado en plazas públicas; los 300 millones adjudicados a dedo y sin justificación -dicen los propios controles técnicos de la Junta- en favor de la sanidad privada; las partidas no ejecutadas en el presupuesto…

Explicaciones, claridad, transparencia, es absolutamente necesario. Como ciudadano, lo pido, lo exijo a todos nuestros representantes. Pero por desidia ya he tirado la toalla a la hora de pedir coherencia. ¿Cómo es posible que nos rasguemos las vestiduras con ciertos regímenes y rechazables circunstancias institucionales y políticas -por ejemplo en Venezuela- pero a la vez vayamos a China (unos y otros) estrechando lazos y manos y firmando acuerdos?

La respuesta que clara: el dinero es el dinero. El dinero, hasta hace buenos a quienes vienen de fuera: entonces no ponemos objeciones… Que se lo digan a Antonio Recio -el de la famosa serie televisiva- cuando se enteró que el novio de su hijo era hijo de un jeque. Entonces dijo “¡ahh, entonces no es moro… es árabe…! Pues eso…