Cuando no hay mesura en el gobierno

Jerez de la Frontera

‘Cuando no hay mesura en el gobierno’

Cuando los dirigentes se olvidan de a quienes deben servir, la balanza de lo justo se desequilibra peligrosamente. En lugar de gobernar para el bienestar colectivo, comienzan a perseguir sus propios intereses, dejando a un lado las necesidades y derechos de los ciudadanos. Esto crea una brecha insalvable entre quienes ostentan el poder y quienes confían en ellos para guiar el rumbo para una sociedad más equitativa y vivible.

Aún más grave es cuando, además de olvidarse de su rol, intentan imponer un pensamiento único, eliminando cualquier espacio para el diálogo, el disenso y la diversidad de ideas. Este control del pensamiento no solo limita las libertades individuales, sino que también asfixia el progreso social. Un liderazgo que no escucha, que ignora la pluralidad, inevitablemente perpetúa la injusticia y fomenta el resentimiento. Gobernar no es imponer ni oprimir, sino servir con justicia, apertura y empatía, reconociendo que el verdadero poder radica en la capacidad de escuchar y actuar en favor de todos.

En los últimos años, asistimos a estas formas en el gobierno de lo que a todos nos afecta. Basta mirar a nuestro alrededor. Y asistimos con incredulidad a dirigentes que gobiernan y sobre todo atacan, a base de ‘tweets’ y políticas de confrontación. Sin duda alguna, todos nos merecemos algo mejor.