El otoño, el gran desconocido de la ciudad
El subdirector de Diario de Sevilla, Carlos Navarro Antolín, reflexiona sobre el final del verano, los días que vienen con menos horas de luz y, por lo tanto, que invitan a un recogimiento más necesario que nunca
Carlos Navarro Antolín:El otoño, el gran desconocido de la ciudad
Sevilla
La luz y cuatro gotas asomaron el otoño leve que lleva dentro cada final de verano. En el fondo entramos en días de cierta depresión que combatiremos con la ilusión por el futuro.
En tiempos se decía que el otoño era el gran desconocido de la ciudad, una estación orillada por el protagonismo soberbio de las fiestas mayores y porque el exagerado calor estival acapara las noticias. La plaza de toros tendrá una belleza distinta a la de la radiante primavera cuando lleguen los días de San Miguel. Morante sí, o Morante no. Los parques tendrán un encanto especial, distinto, con tonalidades verdes y marrones dominantes, y serán más habitables.
Nos recogeremos antes logrando cierta intimidad que nunca está de más con tanta calle, tanto escapismo y tanta exteriorización de todo. El otoño nos obligará a vivir más con nosotros mismos. Porque la luz es la que manda. A menor luz, más hogar. La ciudad mudará de piel, será más discreta hasta que llegue la iluminación tronante de las pascuas navideñas.
Cada vez dura menos el tiempo de silencio, pero lo habrá. No somos Vigo. Lo nuestro de todo el año son los pasos en la calle, cuando salen con música hasta los que no la llevan en Semana Santa. Disfruten del inicio del otoño. En el fondo sigue siendo el gran desconocido del calendario de una ciudad entregada a sus primaveras.
Permitan que el silencio entre en sus vidas, porque las polémicas están ya haciendo sonar sus aldabas.