40 años sin Paquirri: así contó Radio Sevilla la llegada del féretro a la Real Maestranza
Este jueves, 26 de septiembre, se cumplen cuatro décadas de la tragedia de Pozoblanco
Sevilla
Este jueves, día 26 de septiembre, se cumplen 40 años (1984-2024) de la muerte del torero Francisco Rivera 'Paquirri' tras la gravísima cornada que le infirió el toro 'Avispado', de la ganadería de Sayalero y Bandrés, en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba).
Con tal motivo, hemos recuperado de nuestra fonoteca la narración que Radio Sevilla (Cadena SER) hizo de la llegada del féretro del afamado torero a la plaza de toros de la Real Maestranza, antes de ser trasladado al Cementerio de San Fernando de la capital hispalense. Con las voces del gran maestro de periodistas Iñaki Gabilondo y los inolvidables Filiberto Mira y Juan Carlos Vélez, el documento sigue emocionando como ya ocurriera hace cuatro décadas.
La aciaga tarde de Pozoblanco
En aquel año de 1984, Paquirri había decidido dar por concluida la temporada tras torear en la plaza de toros francesa de Dax, pero accedió a torear dos festejos más antes de viajar a tierras americanas: Logroño y Pozoblanco.
Para la corrida de Pozoblanco, según manifestó en su día su viuda, Isabel Pantoja, el diestro de Zahara de los Atunes (Cádiz) cambió en varias ocasiones la fecha, la ganadería y los toros que habría de torear, siendo el destino lo que motivó aquella trágica tarde del 26 de septiembre de 1984 en la plaza de toros pozoalbense.
Compartiendo histórico cartel con José Cubero 'Yiyo', también corneado mortalmente al año siguiente (30/08/1985) en la plaza madrileña de Colmenar Viejo, y Vicente Ruiz 'El Soro', Paquirri fue herido por el cuarto toro de la tarde, de la ganadería de Sayalero y Bandrés y de nombre 'Avispado', que le infirió una cornada con dos trayectorias que rompieron las venas ilíaca y safena y la arteria femoral.
Un video, grabado por el camarógrafo Antonio Salmoral, registró el percance y escenas del torero herido hablando en la enfermería. Paquirri, todavía consciente, y con una notable tranquilidad dadas las circunstancias, explicaba al doctor Eliseo Morán el tamaño y la trayectoria de la herida, momento que quedó marcado en el imaginario colectivo: "Doctor, yo quiero hablar con usted o no me voy a quedar tranquilo. La cornada es fuerte. Tiene al menos dos trayectorias, una para acá y otra para allá. Abra todo lo que tenga que abrir, lo demás está en sus manos. Y tranquilo, doctor".
Lamentablemente, el torero no pudo ser bien atendido debido a las limitaciones de la enfermería. Sin poder contener la hemorragia, el doctor Eliseo Morán le hizo una cura de urgencia y, dada la gravedad extrema del estado del torero, ordenó su traslado inmediato al Hospital Reina Sofía de Córdoba. Los doctores Ruiz y Fumes acompañaron al herido en la ambulancia. Ya cerca de Córdoba, Paquirri sufrió un paro cardíaco y en un intento desesperado de salvarle la vida decidieron ingresarlo en el Hospital Militar de la capital cordobesa por encontrarse más cerca, donde falleció. En las diligencias judiciales consta que Paquirri murió por un choque hipovolémico intenso por hemorragia masiva y rápida.
Dos días después de aquella tragedia, decenas de miles de personas le dieron el último adiós al torero en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla. Fue sepultado en el Cementerio de San Fernando de la capital hispalense.
Aunque, según el médico que lo atendió, la cornada no era mortal, la muerte de Paquirri se debió a un fatal cúmulo de circunstancias: los servicios sanitarios con que contaba la plaza de Pozoblanco eran muy limitados, fue trasladado en una ambulancia convencional y la carretera que unía la localidad con Córdoba estaba en malas condiciones.
La trascendencia que su muerte tuvo en la prensa de la época contribuyó a cambiar la legislación de espectáculos taurinos, obligando a que las plazas de todas las categorías dispusieran de UVIs móviles y a que las plazas de primera y segunda categorías contaran con quirófanos convenientemente equipados.