A-306: donde la política se desvía para evitar la convergencia

Sevilla

Hoy me gustaría hablarles de cómo dos ideologías opuestas pueden encontrarse en un punto convergente y dar un brusco giro hasta lograr divergir de nuevo. Parece complejo, ¿verdad? Pues se trata de una lucha que afecta y que ha logrado unir, aunque sea por la distancia que las separa, a dos provincias andaluzas: Jaén y Córdoba.

Hay quienes opinan que en pleno siglo XXI, resulta inconcebible que dos capitales de provincias colindantes aún no estén unidas por una autovía, cuando la comunicación se antoja un pilar fundamental para el progreso y la igualdad de oportunidades y más si cabe, cuando la capital de una de ellas se va a convertir en sede de la Base Logística del Ejército y su vecina acogerá el futuro Centro de Desarrollo y Experimentación del Ministerio de Defensa.

Hay quienes lo opinan ahora y no lo opinaban antes y quienes lo creían y ahora, permítanme el término, lo descreen.

Los motivos económicos han dado al traste con la conversión en autovía de la A306, una carretera marcada como uno de los puntos negros de la provincia de Jaén por la cantidad de siniestros que en ella se han producido y con un estudio de viabilidad que ya existía en febrero de 2012.

Conversión largamente demandada por el Partido Popular cuando estaba en la oposición e incluida en su programa para las elecciones autonómicas.

Ahora existe el apoyo por parte de una plataforma de alcaldes y alcaldesas, de las confederaciones de empresarios de Córdoba y Jaén, de políticos socialistas… todos de acuerdo y al mismo tiempo, en desacuerdo.

Y aquí me pregunto, ¿es la política, como decían los profesores de historia, un paso adelante para luego dar uno atrás? ¿Está de moda entre los que mandan el refrán: “dónde dije Digo, digo Diego?”. Pues yo digo que si es así, paren el mundo... que como Mafalda, yo me quiero bajar