México lindo
Firma de Opinión de la artista y profesora de la Universidad de Sevilla, Marisa Vadillo
Mexico lindo. Marisa Vadillo
02:09
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Córdoba
Mañana tomará posesión como presidenta de México una mujer llamada Claudia Sheinbaum Pardo, unos apellidos que la vinculan con el origen lituano y búlgaro de sus padres. Por primera vez en la historia, será una señora quien ostente este importante cargo en un país de marcado machismo. Un país hermano, independiente desde 1821, pero al que nos une numerosos afectos y lazos culturales.
Personalmente, celebro que la futura presidenta comience reclamando una serie de hechos históricos de hace más de cinco siglos. Aunque me resulta algo singular que se dirijan a una monarquía parlamentaria, a un jefe de estado de una democracia como si fuera una monarquía absolutista. A pesar de todo, celebro el arrebato reclamador de la futura presidenta.
La animo, de hecho, a que sea coherente y que no pare ahí. Si le preocupan las reparaciones históricas, quizás, como mujer podría haber empezado por reclamar perdón y justicia por los feminicidios de su país, un país en el que -según la ONU- se asesina a un promedio de 9 o 10 mujeres al día; un lugar donde, en 2023, se produjeron 848 feminicidios y 2591 asesinatos dolosos de mujeres.
También, ya puestos, podría reclamar a los cárteles del narcotráfico mexicano que pidan perdón por los millones de víctimas vinculadas a la venta de su droga, a las que se unen 350.000 personas muertas y 72.000 desaparecidas vinculadas al narcotráfico, entre 2006 y 2021. Tampoco estaría mal que Sheinbaum reclamara justicia para los 43 estudiantes normalistas rurales asesinados a balazos en Ayotzinapa, de los que acaba de cumplirse el décimo aniversario y sigue sin saberse nada.
Podría terminar, en plan nativo, solicitando responsabilidades por el impacto que va a tener el ‘fascinante’ y turístico Tren Maya que va a suponer un claro perjuicio para las comunidades indígenas, conformadas por más de 23 millones de personas en su país. Un país en el que el 90 % de los delitos no son castigados.
En definitiva, que me deja desolada comprobar que la hipocresía y la demagogia no tiene género.
