Jerez copa el día de Bienal con el cante de María Terremoto y Jesús Méndez y el baile de Manuela Carpio
Los dos primeros actúan a las 20:30 horas en el Auditorio Cartuja y la bailaora, a las 23:00 en el Teatro Alameda
Sevilla
Jerez de la Frontera será protagonista en este último miércoles de la XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla con la presencia de los jóvenes cantaores María Terremoto y Jesús Méndez y el baile de Manuela Carpio. Los dos primeros actúan a las 20:30 horas en el Auditorio Cartuja y la bailaora, a las 23:00 en el Teatro Alameda.
MARÍA TERREMOTO & JESÚS MÉNDEZ - Asta Regia
Ficha Artística
Cante, María Terremoto & Jesús Méndez.
Guitarras, Nono Jero & Pepe del Morao.
Piano, Alejandro Cruz Benavides.
Palmas, Manuel Cantarote & Juan Diego Valencia.
El cante desde la memoria, ese es el lema de este Asta Regia que María Terremoto y Jesús Méndez, dos de los cantaores más venerados de su generación, traen a las tablas de La Bienal de Flamenco de Sevilla. Un homenaje a su pasado, a sus raíces, a los artistas de los que han heredado una forma diferente de hacer el cante, ni más ni menos que la de Jerez.
Asta Regia es la ciudad que se encuentra soterrada bajo lo que actualmente conocemos como Jerez de la Frontera, por allí pasaron tartesos, fenicios o romanos, y de una forma u otra esa misma tierra vio nacer a La Paquera de Jerez, Terremoto, Tío Borrico o Antonio Chacón. La tierra como base, como forma de expresión.
Reivindicando unas formas propias, los dos artistas harán un recorrido por los cantes jerezanos por antonomasia, ocasionando un encuentro histórico entre estos dos herederos de un legado imborrable.
María Terremoto siente el flamenco como algo propio e innato. Y no es para menos. Siendo muy niña escuchaba en su casa los ecos de los más importantes artistas jerezanos, que pasaban noches en vela compartiendo vivencias con su padre Fernando. Ella ha ido acumulando, en su cabeza y en su retina, esos huracanes de sabiduría que le llegaban cada noche, y ahora ha llegado el momento de darles una forma propia, sin olvidarse de todo lo que le precede.
Participó desde pequeña en multitud de zambombas flamencas de la mano de su familia. A los 9 años fue reclamada por su propio padre, Fernando Terremoto, para subir a las tablas de la peña flamenca que lleva su nombre. Ese día se produjo un momento trascendental ya que, sin pretenderlo, Fernando pasaba el testigo artístico a su hija María en lo que sería su despedida definitiva de los escenarios.
A mediados de 2014, con apenas 14 años, comenzó a realizar apariciones esporádicas en las peñas jerezanas y, de ahí pasó a llevar su cante a otros puntos de la escena jonda. En 2015 fue reclamada por el joven bailaor El Carpeta, de la familia de los Farrucos, para acompañarlo en sus espectáculos, en los que ya comienza a destacar como figura solista dentro del grupo de cantaores.
Su gran oportunidad le llegaría en 2016, durante el Festival de Jerez, en el que ofreció un recital que generó una alabanza de la crítica sin precedentes para una artista de su edad. Esta actuación supuso el pistoletazo de salida a una temporada en la que actuó en multitud de peñas flamencas y grandes festivales.
En 2016 tiene lugar uno de los puntos de inflexión en su carrera como cantaora, María participa como artista invitada en la gala ‘Música para la investigación’, protagonizada por el cantaor Miguel Poveda en el Teatro Liceo de Barcelona y emitida por ‘Televisión Española’, donde su actuación deja impresionada a toda la afición flamenca.
Su consagración como cantaora llegó en la Bienal de Flamenco de Sevilla de 2016, en la que logró el Giraldillo Revelación, siendo la artista más joven de la historia en conseguirlo, premio que fue respaldado al año siguiente consiguiendo la prestigiosa Venencia Flamenca como la artista joven con más proyección. Tras recibir estos galardones, María se convierte en uno de los grandes exponentes del panorama flamenco, lo que la lleva a sacar en septiembre de 2018 su primer trabajo discográfico, titulado ‘La huella de mi sentío’, con el que recorre España, Europa y Estados Unidos.
Tras una exitosa gira, en la que pisa los escenarios más importantes del panorama jondo, recibe el galardón Cruzcampo a la mejor actuación en el Festival La Isla Ciudad Flamenca, el Premio Joven Ciudad de Jerez 2019 y el premio a Nuevos Creadores 2019 del Secretariado Gitano.
En 2020 presenta con gran éxito en La Bienal de Flamenco de Sevilla su espectáculo ‘Poesía eres tú’, un homenaje a Gustavo Adolfo Bécquer en el ciento cincuenta aniversario de su muerte.
En el año 2021 continúa con su gira, con la que realiza más de cincuenta actuaciones por todo el territorio español, pasando por escenarios como el Auditorio Nacional de Música. También presenta su espectáculo ‘Terremoto, un siglo de cante’ en la Suma Flamenca de Madrid, que posteriormente llevará en 2022 al Festival de Jerez.
En el presente año, 2022, pasa por la Expo de Dubai, y realiza una gira por EEUU que la lleva de nuevo a Nueva York, Miami y Chicago. Además de todo esto, es nominada a los Premios Odeón como artista revelación flamenca, premios considerados los más importantes de la industria discográfica española.
En 2023 recibe el premio Manolo Sanlúcar, como la joven artista con más proyección flamenca, y el premio Radiolé a la mejor artista flamenca.
En la actualidad recorre ya como primera figura los festivales más importantes a nivel nacional e internacional, destacando sus actuaciones en lugares como Mont de Marsan, Nimes, Nueva York o Miami, y la dirección de La Fiesta de La Bulería Joven de Jerez, todo esto compaginado con la creación del que será su segundo disco de estudio, con el que su equipo espera poder llegar a un público más amplio desde el prisma de la pureza jonda.
Jesús Méndez nace en el seno de una de las sagas de cantaores más importantes que ha dado Jerez, la de los Méndez, cuyo buque insignia fue La Paquera de Jerez. Su carrera comenzó a los diecisiete años, momento en el que decidió subirse a un escenario para probar suerte. Desde su debut, en el año 2002, en la Asociación Cultural D. Antonio Chacón de Jerez, el joven cantaor jerezano ha trabajado con artistas de la talla de Moraíto Chico, El Güito, Rocío Molina, Alejandro Granados, María del Mar Moreno y Carmen Cortés, entre otros.
Defensor a ultranza de los cantes de La Plazuela e identificado con la bulería y la soleá, su crecimiento artístico ha sido cuantitativo en los últimos años. En esta parcela ha tenido mucho que ver el guitarrista Gerardo Núñez, su principal valedor. Con el genial tocaor, Jesús Méndez ha recorrido el mundo entero, desde Asia a Europa pasando por África y América, es decir, desde Nueva York a Pekín o desde Amberes a Chicago. De cualquier forma, la vida profesional del artista jerezano también va de la mano de nombres como Moraíto Chico, con quien ha compartido cartel en diversos escenarios y sobre todo de la bailaora Mercedes Ruiz, con la que ha perfeccionado el cante de atrás. En el año 2008 presentó su primer trabajo discográfico, ‘Jerez Sin Fronteras’, una obra auspiciada por el sello Gallo Azul de Gerardo Núñez y que ha contado con la colaboración de artistas como Moraíto, Diego del Morao o Santiago Lara. Asimismo, el compacto recibió el Premio Nacional de la Crítica al mejor Disco Revelación. En 2011, se presenta en el Festival de Nîmes con su recital propio. Participa a la última creación de Belén Maya TR3S y La pasión según se mire de Andrés Marín, que se presentan en Nîmes, Amiens, Créteil, y el Théâtre National de Chaillot. En 2012 participa como artista invitado en el espectáculo Viva Jerez y en la producción Vinática de la bailaora Rocío Molina. También interviene en la Zarzuela De Sevilla a Triana en el Teatro Arriaga de Bilbao. Presenta su segundo álbum “Añoranza” en la Bienal de Flamenco de Sevilla en Jerez, acompañado por El Torta, Miguel Poveda, Manuela Méndez como artistas invitados. Recorre España en 2012 y 2013 para presentar este trabajo. En febrero de 2013, participa al estreno de FIESTA DE LA BULERÍA, durante el ciclo GITANOS ANDALUCES de la Cité de la Musique de Paris.
En 2014, presenta en el ciclo FLAMENCO VIENE DEL SUR un recital con el guitarrista Manuel Valencia, entre otros. También es artista invitado en el espectáculo Op. 24 de Andrés Marín. En julio, participa en el Festival de Aviñón, cantando en Oración, una creación de los compositores árabes Fawaz Baker (sirio), Amir El Saffar (iraquí-americano) y Ahmed Essyad (marroquí) que mezcla la saeta flamenca con la música árabe contemporánea. Se produce en la Bienal de Flamenco de Sevilla con el espectáculo Cantaores, compartiendo escenario con el cantaor Antonio Reyes. También interviene en el concierto de la pianista Ariadna Castellanos.
Es galardonado con el Premio FLAMENCORADIO 2012 por haber cogido el testigo y suponer el eslabón que enlaza la tradición del mejor cante de Jerez con las generaciones jóvenes de cantaores, desde el respeto a los maestros, a la ortodoxia y el conocimiento de los cantes; por la brillantez con que ejecuta los cantes; por el progreso y la madurez como cantaor experimentada en los últimos años; por su presencia en el escenario y su flamencura.
MANUELA CARPIO - En cuerpo y alma
Ficha Artística
Cante: Enrique El Extremeño, Manuel de Tañe y Miguel El Lavi.
Compás: José Manuel Ramos 'Oruco' y El Torombo.
Palmas y jaleos: Israel del Juanillorro e Iván de la Manuela.
Guitarra: Juan Requena y Juan Diego Mateo.
La artista jerezana siente y lo expresa a través de sus movimientos, de sus gestos, de sus quiebros de cintura, de sus brazos y pies.
Cuando se sube al escenario no se deja nada fuera, sube con su mente, reflexiva y consciente, llevando la sustanciosa emoción de su alma a cada poro de la piel, a lo tangible y material.
Platón, Descartes, Aristóteles... han expresado sus teorías sobre la dualidad entre cuerpo y alma, y Manuela tiene la suya propia. Ambos elementos se funden en un todo indivisible, pues, no se entendería uno sin el otro. En el baile, Manuela defiende que no se puede ejecutar técnicamente sin esa “causa” de la que hablaron los filósofos del cante como Agujetas o Manuel Morao, y viceversa.
Hija de una generación
En la Plazuela de Jerez, el cante y el baile han conformado un lenguaje propio para los que allí han nacido. Un barrio que ha parido a nombres como La Paquera, El Chalao, El Torta, Rubichi o Manuel Moneo, por mencionar a algunos maestros más recientes a los que Manuela ha podido escuchar, con los que ha podido convivir e, incluso, a los que ha podido bailar.
Manuela (1968) es fruto de esa raza, de esa forma de entender la improvisación, el pellizco del momento, lo imprevisible. La Carpio es un volcán que no conoce límites y que ha sabido perfeccionar ese discurso que aprendió a través de la experiencia.