«Los Niños de la Guerra» en el Paso Cambiado de Julián Granado
«Ya estaba tardando la inteligencia militar en patentar la brillante idea: porqué no ofrecerles a esos jóvenes desocupados la posibilidad de emplear su talento para los videojuegos en el servicio de la patria»
Paso Cambiado
02:50
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1728625098092/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Morón de la Frontera
Antes, cuando las guerras estaban a punto de perderse, se reclutaba un reemplazo de adolescentes y, tras cuatro nociones de instrucción, se les enviaba al frente para surtirlo de heroica carne fresca. Eran las llamadas “quintas del biberón”. Pero esas guerras cruentas, que jugaban los generales como al ajedrez, perdiendo peones y alfiles a mansalva, son ya cosa del pasado. Ahora se estila la estrategia de tecnología punta, con un estado mayor de informáticos que lo dirige todo desde una sala. Con un simple tecleo, y desde miles de kilómetros, la superpotencia en cuestión machaca sus objetivos con misiles balísticos o drones teledirigidos. De manera que luego la infantería, sin bajas apenas, solo tiene que rematar a los moribundos, y de paso vejar sus cadáveres para diversión de la soldadesca.
Por otra parte, cunde entre la población de nuestros días esa hornada generacional, entre friki y zombi, sin otro oficio ni beneficio que el de jugar a la play veinticinco horas al día. Generalmente, a juegos de fútbol, cuando no de guerra. Y ya estaba tardando la inteligencia militar en patentar la brillante idea: porqué no ofrecerles a esos jóvenes desocupados la posibilidad de emplear su talento para los videojuegos en el servicio de la patria. Bombardear países puede ser algo tan divertido como jugar a hacerlo, solo que en serio. Y eso explica que en el Pentágono, en la OTAN y desde hace tiempo en el ejército israelí, existan secciones de avispados videojugadores, auténticas promesas de la futura supertecnología bélica. Son los nuevos niños de la guerra de las nuevas guerras.
Así es que ya no me fío. Siempre que veo a uno de esos adolescentes en trance de abducción por la play, pienso que como poco estará invadiendo Polonia. Y que, menor de edad y todo, ya tiene que ser por lo menos general.