Yo vivo en el centro

Jerez de la Frontera

Yo vivo en el centro.

Y no tengo parking. Algo que a muchas personas les parece pésimo para vivir bien. Y, sin embargo, no tengo mucho problema para aparcar. No suelo aparcar a más de 10 minutos andando desde mi casa.

Casi no cojo el coche. Tengo el privilegio de ir andando allí donde lo necesito. Hago un mínimo de 7.000 pasos al día, sin proponérmelo. Me desplazo andando cada día por los lugares más emblemáticos de nuestro casco histórico. Siento el pulso de las calles y de sus rincones. Noto los cambios de estación. Me encuentro en el camino con amigos y conocidos. Dicen que compartir sonrisas y conversaciones con las personas que aprecias, nutre el alma. Y estoy convencida de que así es.

Mis paredes no son rectas. Son desiguales y curvas. Pero mis anchos y viejos muros me protegen del calor y del frío. Muy pocas veces enciendo el calefactor o el aire acondicionado. Disfruto de una temperatura estable casi todo el año.

Conozco a los vecinos y vecinas de mi calle. Contamos unos con otros. Nuestro trocito de calle es una microcomunidad compartida y cuidada por todos.

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Si necesito algo tengo toda la oferta del comercio local del centro para comprarlo. En mi bar cercano nos conocen por nuestro nombre, y nosotros por el suyo.

No tengo ascensor. Subo y bajo las escaleras que me llevan a mi azotea favorita. La mía. Desde donde veo los tejados de Jerez y preciosas puestas de sol.

Si salgo de casa tengo a mi vera todos los bares, restaurantes y terrazas que me gustan. Andando. Es fácil quedar con amigos y vernos, aunque sea para un encuentro fugaz.

Disfruto de la cercanía de nuestra cultura y de todos los eventos de la ciudad. Sí, es verdad. A veces es necesario planificarse. No coger el coche cuando algunas calles se cortan, como por ejemplo en Semana Santa, para la cabalgata de Reyes o para el fin de semana de las motos. Pero, en cambio, puedo disfrutar de todos estos acontecimientos sin tener que sufrir la búsqueda de aparcamiento. Oigo las últimas marchas de la Madrugá desde mi cama, cuando ya van de recogida. Y te conectas a distancia con ese precioso momento.

Y sí. Es verdad. A veces hay más movimiento de lo habitual en las calles. A veces música. A veces cantes. A veces más "ruido".

Algunos dicen que en el centro no se puede vivir. Y yo no me imagino vivir en otro lugar de Jerez que no sea en este tan especial centro.

Vivo en el centro de Jerez. No tengo parking y vivir aquí me hace feliz.