Las obras para frenar las goteras del centro de interpretación de Medina Azahara empezarán en el primer trimestre de 2025

Córdoba

La Junta de Andalucía ha dado el visto bueno al proyecto de reforma del Centro de Interpretación de Medina Azahara para solventar el problema de goteras que tiene el edificio. Una vez más, las lluvias de este fin de semana activaron un protocolo que ya es tristemente habitual para los trabajadores de este espacio cultural: colocar cajas en el museo, la cafetería o el vestíbulo para evitar que el interior del inmueble se inunde.

Según ha podido saber Radio Córdoba, el proyecto se encuentra ya en el servicio de contratación de la Consejería de Cultura y Deporte a fin de ultimar un pliego de licitación "que será una realidad en un periodo muy breve de tiempo". Fuentes del gobierno autonómico han aclarado que, si la adjudicación sale bien, "tenemos previsión de que las obras de reforma comiencen entre finales de febrero y principios de marzo de 2025".

Se estima que se destinen dos millones de euros a la obra que ponga fin a las goteras que lastran la imagen de ese espacio localizado en el mayor conjunto arqueológico de España, que está protegido por la UNESCO. En la intervención, que se financiará con fondos europeos Next Generation, está prevista también la instalación de placas fotovoltaicas.

La Junta asegura que "se viene trabajando por solventar este problema desde el año 2020", ya que los primeros problemas de humedad en el edificio, que costó más de 22 millones de euros, se detectaron en 2013. Ahora, la administración andaluza confía en darle una solución definitiva, aunque no precisa los plazos de ejecución del proyecto aprobado por la consejería.

Medina Azahara está en la confluencia entre el valle del Guadalquivir y la montaña. Y la ciudad se organizaba de forma escalonada: las zonas más altas se dedicaban a la residencia del califa y las salas de audiencias. En esa zona se encuentra el Salón Rico, espacio central en el que el califa recibía a las delegaciones diplomáticas de todo el mundo. Se estima que, cada año, el conjunto arqueológico recibe a 1,3 millones de visitantes.

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