Los directores de IES públicos sevillanos creen que lo mejor de la nueva selectividad es que "busca la excelencia" y lo peor que "la información les llega tarde"

Sevilla

La ministra de Educación, Formación Profesional (FP) y Deportes, Pilar Alegría, ha asegurado este lunes que "esta semana o a lo máximo la semana que viene, la segunda quincena de octubre, ya todos los centros educativos contarán con este nuevo modelo" de Selectividad, es decir, la PAU, prueba de acceso a la universidad, aunque el pasado viernes hubo manifestación de los estudiantes por los retrasos en la publicación ante la lógica "expectación" por saber a qué tipo de selectividad y con qué requisitos se les va a evaluar. Esta, finalmente, se va a realizar el 3,4 y 5 de junio del año que viene.

Nos hemos puesto en contacto con Anastasio Pineda, coordinador provincial de la Asociación de Directores de Institutos Públicos quien asegura que, "a partir de hoy lunes lo que vamos a tener será el contenido de algunas materias, no todas, lo vamos a conocer de manera progresiva".

Pineda opina que la información que les ha llegado "está calentita-calentita, porque les ha llegado hoy a las doce del mediodía y en lo que vamos conociendo, se podrán en marcha rápidamente para que lo que enseñemos en la clase se corresponda con el posterior examen".

"Lo ideal -sigue diciendo- hubiera sido tener la información antes, pero al menos todos tenemos la misma información y en el mismo momento". Anastasio Pineda rompe una lanza por la profesionalidad del profesorado porque está seguro de que "nos vamos a poner las pilas porque el alumnado nos preocupa mucho".

Lo que más le gusta de la nueva PAU es que "se va buscando la excelencia porque durante el COVID se hizo tabla rasa por abajo, se bajó el nivel y esto no refleja la verdad del alumnado; ahora, sin embargo, se evalúan todas las competencias y eso es muy bueno, no se deja nada atrás". Lo negativo, para el coordinador de directores de institutos, "es el tiempo que estamos perdiendo, sobre todo los alumnos de bachillerato, que son los que menos tiempo tienen para adaptarse a la nueva modalidad".

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Sin embargo, hay algunas directrices que ya se conocen sobre la PAU:

-El primer cambio es nominal: la prueba recupera el nombre que ya tuvo con la LOE y volverá a ser la PAU, prueba de acceso a la universidad en todo el Estado. Se acaba así con las distintas denominaciones - Ebau, Evau, Pevau...- que recibe desde 2017.

-La prueba mantiene su estructura con una parte de acceso, con exámenes de las asignaturas obligatorias troncales y de modalidad, y otra de admisión, que abarca las materias optativas y que permitirá subir la nota hasta 14 como hasta ahora. Lo que sí se potencia es el aprendizaje en competencia, que es aplicar los conocimientos que tiene un alumno a un caso real.

-La corrección gramatical, ortográfica, la presentación y la coherencia van a suponer al menos un 10% de la nota en los ejercicios de la nueva prueba.

-Otra novedad es que habrá un único modelo de ejercicio por cada una de las asignaturas. Ahora en algunos casos hay dos modelos distintos para que el alumno elija o que se reparten de forma aleatoria.

-El ministerio de Educación ha introducido modificaciones para tratar de hacer la prueba más homogénea entre las distintas comunidades autónomas que son, junto a las universidades, las que tienen la competencia final de su diseño siguiendo este marco general.