Los embalses del norte de las provincias de Córdoba y Sevilla, los más beneficiados por el paso de la borrasca Berenice

Sevilla

El paso de la borrasca Berenice ha dejado el fin de semana, en los últimos tres días, una precipitación media de 36 litros por metro cuadrado en la cuenca del Guadalquivir lo que supone que el agua de los embalses que la abastecen, que ya están al 30,3 por ciento de su capacidad, hayan incrementado sus reservas en 37 hectómetros cúbicos.

Este aumento se ha concentrado principalmente en los embalses del norte de las provincias de Córdoba (Guadalmellato, Bembézar y Puente Nuevo) y Sevilla (El Pintado, José Torán y Huesna).

Las precipitaciones han tenido una distribución muy irregular y han afectado principalmente a las provincias más occidentales de la cuenca, con una pluviometría media aproximada de 60 l/m2 en la zona de Sevilla-Huelva y 50 l/m2 en la de Córdoba.

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Las lluvias más intensas se han registrado en la zona septentrional de estas provincias, llegándose a superar ligeramente los 200 l/m2 en algún punto de la cuenca del Bembézar. Por el contrario, en la zona de Jaén-Ciudad Real apenas se han alcanzado los 11 l/m2 de pluviometría media, y en la provincia de Granada los 6 l/m2.

A pesar de la abundancia de precipitaciones en algunas zonas, no se han traducido en un incremento muy significativo de los volúmenes embalsados debido al déficit de humedad que presentaba el terreno al inicio de este episodio, lo que le confiere una gran capacidad para absorber las primeras lluvias, haciendo que los coeficientes de escorrentía sean muy bajos. No obstante, han supuesto el final de las necesidades de riego en la mayor parte de la cuenca.

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Francisco Ureña, jefe de explotación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ha asegurado en La Ventana Andalucía que si sigue lloviendo de la misma manera en los próximos días, como indican las predicciones meteorológicas, las escorrentías mejorarán aún más la situación de los embalses que, aunque a día de hoy acumulan un 12 por ciento más de agua que el año pasado, aún arrojan un déficit del 18 por ciento si tomamos la media de los últimos 25 años.