El VAR de Rachad
¿Qué intención de hacer daño tenía el delantero?
El fútbol de hoy y el que viene se parece peligrosamente al baloncesto y parece que los que lo gobiernan en su mayoría no han jugado a la pelota. El arbitraje del Carlos Tartiere no fue bueno para el Almería porque un futbolista suyo se fue a la caseta por obra y gracia del colegiado del televisor Caparrós Hernández. No se entiende cómo llama a la colegiada Marta Huerta y le dice que expulse al delantero del Almería por pisar a un contrario. El valenciano lo tenía claro y la árbitra solo indicó la falta, no le expulsó y estaba cerca. Lo malo no es que no se pongan de acuerdo porque sucede la mayoría de las veces, sino valorar la intencionalidad que puede tener un delantero de 19 años de hacerle daño a un contrario con su equipo perdiendo y con un jugador menos. Bailando se reciben pisotones y en el fútbol suele ocurrir que vas a pisar y aparece el tobillo del contrario en sana pugna por la pelota. Rachad va a robar la pelota con la mirada en la portería y no quiere hacer daño a Colombatto pero la ‘maquinita’ no sabe de intenciones y ‘zas’, otra roja a la talega. Rachad fue castigado por sus ganas de competir.
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Si Caparrós Hernández pregunta a los futbolistas le dirán que se le fue la mano con la llamada a la colegiada por mucho dolor que tuviera el jugador del Oviedo. Esto es fútbol y un deporte de contacto donde hay pisotones, cabezazos, manotazos y mucha pelea por la pelota. No se puede mandar a la ducha a un futbolista que quiere ayudar a su equipo por un pisotón. Vean la jugada y notarán que no hay ganas de perjudicar al rival y todas las de robarle el balón para encarar la portería. Cuando es el tobillo es amarilla y un poco más arriba roja. Se están cargando el fútbol con eso que se llama ‘videoarbitraje’.
Hábito
Uno entiende que los árbitros ven mucho fútbol y de ellos remanecen de la práctica de este deporte. Igual Caparrós Hernández era un espigado delantero que pisaba el área con intención como pisaría alguna vez a un defensa rival. O la culpa no es suya y sí de las normas. Si lo hizo seguro que entiende a Rachad y se lamentará de haber llamado a Marta para cantarle una roja. No había bastante con ver al Almería con diez en el campo y tenía que aparecer el VAR para hacer ‘justicia’. Nadie sabe lo que se le pasó por la cabeza al colegiado de sala como tampoco sabe él lo que quería hacer Rachad cuando al apoyar su pie se encontró con la tibia de un contrario. Esto se está poniendo crudo y la ‘maquinita’ no pasa una. Menudo invento para un fútbol universal.
Intención
Lo que nunca van a saber ni los árbitros de campo ni los de la sala VAR es la intención del que comete una infracción. Pero hay situaciones que dañan la vista como la de Rachad, un delantero que sale para ayudar a su equipo a conseguir el gol del empate ¿se va a poner a buscarse una roja directa? El árbitro de arriba como el de abajo deben saber cómo va el partido y las intenciones de los jugadores. ¿Qué intención de hacer daño tenía el delantero? por muchas imágenes que pasen los que han jugado a la pelota tienen claro que Rachad no va con la menor intención de ganarse una tarjeta y su cabeza está llena de gol. Todo lo demás lo decide el VAR. Cómo estará el chaval que se pierde el partido de La Romareda el domingo.
Tecnología
El VAR es una delicia cuando juega a tu favor pero si te perjudica arde Troya. Lo de Rachad no es de recibo por mucha tecnología punta y por imágenes que pongan. No hay intención de hacer daño en el delantero del Almería. No se dan las circunstancias ni de un ‘pique’ entre ellos. Fue una falta más del partido pero cuando la flecha está hacia abajo hasta el del VAR se pone en contra. Este no es el fútbol que vivimos. Se lo van a cargar con tantas líneas y cámaras. El que inventó el VAR se quedó en la gloria porque las máquinas no han jugado a la pelota ni saben de intenciones. Caparrós Hernández se ganó el pan en la sala VAR.
El delantero del Almería no quiere hacer daño.
Tony Fernández
Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a...