De charla por San Rafael

Córdoba

Hace unas semanas se volvió a hablar en las redes sociales sobre un estudio de 2023 que decía que los cordobeses y las cordobesas son los que más charlan de España. El hecho cuadra con el estudio ya que para hablar por los codos se recurre a temas del año pasado si hace falta. Mi experiencia personal me lo confirma, ya sea como emisor que también lo soy o como receptor de charla, y sigo estando convencido de ello cada vez que salgo a dar una vuelta los días que ando por aquí.

La jornada de hoy cuadra perfectamente con el hecho. Mi recuerdo de San Rafael es que los cordobeses se iban al campo, no a disfrutar de la naturaleza con tranquilidad, sino a rodear con su charla el ágape festivo. Se reunían, y entiendo que se reúnen con la charpa que más o menos suelen frecuentar todo el año y terminan hablando de los temas que les afectan en la ciudad, de los problemas de los nenes en el cole o los últimos chismes del barrio, que siempre son lo más entretenido. Es un fenómeno curioso y, hasta donde yo sé, único, porque no hay una romería que nos lleve allí, ni una competición deportiva. El cordobés se da una ofrenda a sí mismo en el sagrado templo de Los Villares, a base de sardinas, panceta, pimientos, chorizo, todo a la brasa este año gracias a la lluvia, y, por supuesto, el obligatorio arroz. Y todo ello con la excusa de estar con los suyos, con los que también podría estar charlando en su propia casa. Pero, por lo que sea, igual que los salmones terminan regresando a desovar al río de Alaska del que surgieron, los cordobeses suben a Los Villares una vez al año sin motivo aparente. Más allá de la broma y de si se entiende o no, costumbres como esta constituyen parte fundamental de la cultura y la personalidad de una ciudad. Así que, si son ustedes recién llegados, suban a Los Villares, preparen su perolete y aprendan un concepto de coordinación espacio-temporal que no existe fuera de Córdoba, el de la cuchará y paso atrás. No hay ejército más armonioso que el de los cordobeses esperando su turno para probar el arroz. Disfruten del día y tengan cuidado por la carretera cuando regresen.