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Hablamos de neurociencias con IENSA: Patología cerebral

Con el neurocirujano Dr. Rubén Franco

Hablamos de neurociencias con IENSA: Patología cerebral

Juan Manuel Dicenta

Algeciras

Los tumores del Sistema Nervioso Central, incluyendo el encéfalo, meninges y médula espinal, constituyen el 2% de todos los tumores, con unos 200.000 casos anuales en EE. UU., siendo tres cuartas partes metástasis encefálicas y el resto tumores primarios, con síntomas variados o a veces asintomáticos.

Hoy hemos hablado con el Dr. Rubén Franco, neurocirujano de IENSA, sobre la patología craneal. Los síntomas más comunes son la cefalea, los cambios de la personalidad, crisis epilépticas y los déficit focales. Los tumores medulares pueden provocar cuadros de dolor en las espadas, tetra/paraplejia y vejiga neurógena. Muchos de los síntomas que presentan estos pacientes reflejan la infiltración o compresión que el tumor intracraneal provoca en las estructuras encefálicas que, al perder su función, ocasionan déficit específicos.

Otros síntomas se deben al aumento de la presión intracraneal por la expansión del tumor, que puede acompañarse de edema peritumoral, o por obstrucción del flujo del líquido cefalorraquídeo e hidrocefalia. La intensidad y el tipo de los síntomas dependen de la localización del tumor, presencia de edema peritumoral y su velocidad de crecimiento.

Habitualmente, los pacientes con tumores intracraneales presentan uno o más de estos grupos de síntomas:

Cefalea, acompañada o no de signos de hipertensión intracraneal.

Deterioro progresivo de la capacidad cognitiva, memoria, lenguaje y marcha.

Crisis epilépticas nuevas o aumento de actividad epiléptica preexistente

Déficit neurológicos focales, como hemiplejia, oftalmoparesia, hipoacusia, hemianopsia, etcétera.

Los pacientes con hipertensión intracraneal pueden presentar vómitos, cefalea, edema de papilas ópticas y desarrollar una herniación uncal o de amígdalas con rápido deterioro y riesgo de muerte. Las crisis epilépticas son el síntoma inicial en un 20% de los pacientes con tumores cerebrales, por lo tanto, todo enfermo con cuadro reciente de epilepsia debe ser valorado para descartar un tumor cerebral.

La valoración de un enfermo con posible tumor del SNC debe iniciarse por una exploración física general, con atención especial para signos de cáncer sistémico o estigmas de enfermedades que están relacionadas a los tumores del SNC (como la esclerosis tuberosa, von Hippel-Lindau o la neurofibromatosis).

En la exploración neurológica se verifican las alteraciones del estado mental, las disfasias, la pérdida de memoria, asimetrías en la fuerza o sensibilidad, reflejos, campos visuales, los pares craneales y los signos de aumento de la presión intracraneal.

La Resonancia Magnética (RMN) y la Tomografía Computadorizada (TC) tienen funciones complementarias en el diagnóstico de las lesiones del SNC. La RMN es el procedimiento de elección para la valoración de un enfermo con posible tumor del SNC. Es capaz de detectar la mayor parte de los tumores cerebrales e infratentoriales, y también permite una visualización excelente de la médula espinal. Las lesiones de la base craneal, tronco, cerebelo y médula espinal se visualizan más detalladamente con la RMN que con cualquier otra prueba. La utilización de contraste (gadolinio-DTPA) por vía intravenosa permite una mejor diferenciación del tumor y tejido normal.

La TC con contraste puede detectar pequeñas lesiones cerebrales de hasta 5mm de diámetro. Algunos tipos de tumores que contienen calcio, como ciertos meningiomas, oligodendrogliomas y tumores de la pineal, pueden ser identificados mejor que en la RMN. De la misma manera, todo tipo de alteración ósea en el cráneo o columna es mejor definido por la TC. Aparte, en algunos casos, existen otros exámenes como la cintilografía, el SPECT y el PET, que son útiles para diferenciar lesiones neoplásicas de alteraciones de otra naturaleza.

Juan Manuel Dicenta

En la radio desde el año 1981, comenzó en los...