Trabajar en un polvorín

LA OPINIÓN DEL DÍA: Vaya semana de banquillos lleva la Segunda División. Han saltado por los aires los de Deportivo y Burgos con pocas horas de margen y son equipos que han jugado al fútbol como pocos y tienen plantillas con futbolistas de mucho talento. Unos por estar en descenso y no ganar en casa y otros por pasar del Play Off a la mitad de la tabla han despedido a Idiákez y Bolo respectivamente. El Deportivo hizo un partidazo ante el Racing con un estadio de Riazor hasta la bandera pero se estrellaba con los postes y salía derrotado. Un equipo que juega al fútbol total y ataca sin fin prescindía del artífice del ascenso de un plumazo. Y lo del Burgos con seis jornadas sin ganar va por el mismo camino ya que los de Jon Pérez Bolo juegan a la pelota como pocos y han sido hasta la fecha firmes candidatos como mínimo al Play Off.

No hay un banquillo seguro ni en Primera ni en Segunda y eso de jugar bien está para la televisión porque no te garantiza el puesto de trabajo. Esto va de ganar y sumar. De estar donde se le espera al equipo y ‘tonterías’ las justas con la clasificación porque si te sales de la vía llega el despido exprés y te mandan a casa. Los resultados son los que dictan sentencia y tener uno o tres años de contrato queda bien para la prensa pero a la larga te despiden igual si no se ganan los partidos o se cumplen los objetivos marcados a comienzos de temporada.

Temblando

Mucho se habla en Almería de los tres años de Rubi en el Almería y de la apuesta de Turki Al-Sheikh por el técnico catalán pero que no se fíe que Vicente Moreno también vino por obra y gracia del dueño del Palacio y duró siete partidos. Ser entrenador lleva estos riesgos pero es que si trabajas en LaLiga te expones cada jornada si llega la derrota. No vale jugar bonito ni fallar goles cantados porque eso no aparece en la clasificación. Va de ganar el fútbol y cuando llega una derrota o se afronta una mala racha es mejor tener la maleta lista. Los banquillos están temblando porque la paciencia es poca y si el club no está donde se le espera toca dar un golpe de timón que solo te garantiza un desfase en el presupuesto porque muchas veces la vida sigue igual.

Fútbol

Juan Antonio Román, uno de los mejores entrenadores nacido en Almería, como Guillermo Blanes, el presidente fundador del club que nos representa en LaLiga, tenían sus diferencias pero coincidían en lo importante: “Al fútbol se juega para ganar”, y esto es lo que está sucediendo con los entrenadores despedidos. Nada nuevo bajo el sol salvo que se ha puesto de moda eso de firmar a un técnico más de una temporada y eso a la hora de un despido implica pagarle todo el tiempo reflejado en el papel. Da lo mismo la duración de los contratos porque a la hora de tomar medidas manda lo deportivo sobre lo económico. No se repara en gastos.

Puntos

De nada vale ser la revelación de la temporada y colocarte en ascenso directo como le ha pasado al Burgos ni hacer buenos partidos en Riazor si no salen los números. Tenerife, Granada, Cartagena, Deportivo y Burgos han cambiado de entrenador por obra y gracia de los puntos que no son los que pretende la entidad y se ‘corta la cabeza’ a las primeras de cambio. No hay banquillo seguro ni contrato que lo refleje. Da lo mismo tener firmados tres años como Rubi que hacerlo por una temporada. El seguro de vida son los marcadores y mientras se vayan dando llegará a fin de mes y hasta acabará la temporada pero si vienen mal dadas: a la calle.

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Los entrenadores trabajan en un polvorín.