Amunt València!, sin odio;
La firma de Raúl Ramírez en Hoy por Hoy Jerez
Firma Raúl Ramírez
Jerez de la Frontera
Amunt València!, sin odio;
Raúl Ramírez Dorantes
El día que escuchen o lean esta columna de colaboración se habrá cumplido poco más de una semana desde que se produjesen las mayores riadas e inundaciones en la historia reciente de nuestro país.
Singularmente, la naturaleza se cebó de manera dramática en la Comunidad Valenciana y en menor medida, pero no menos trágica, en Castilla-La Mancha y en nuestra propia Andalucía. La respuesta inmensa de solidaridad de la gente no habrá conseguido paliar ni la más mínima de las penurias y dolor de los que en unos minutos lo perdieron todo, desde lo material que arropa sus vidas hasta lo más irreparable y terrible, las vidas de tantos y tantos. Frente a esa respuesta solidaria, sana e inagotable ante la desesperación de los que lo han perdido todo, de nuevo se levantan muros que hacen aún más insoportable el acompañamiento en el dolor, la angustia y desesperación de las víctimas. La lógica, comprensible e indudable empatía que todos debemos a los que en esa situación final se encuentran, no debe poder hacernos ver que realmente nos encontramos ante una situación de extrema calamidad. Y digo esto porque la gestión de una catástrofe de estas magnitudes requiere y tiene sus momentos, sus duelos. De ahí que, aunque en este momento sea casi imposible de conseguir, no debemos como sociedad abandonarnos a la descalificación espontánea. De ahí solo obtendremos un ganador, los que en estos momentos de extrema necesidad solo generan odio.
Algún día, cuando toque habrá que pedir responsabilidades, no todo el mundo parece que actuó correctamente para al menos minimizar la catástrofe. Ahora toca lo que toca, estar junto a las víctimas y que esa sociedad encarnada en nuestras instituciones y administraciones rescaten y acompañen a todos los perjudicados en su largo camino para recobrar sus vidas. Recuerden, el odio es tan enfermizo y dañino que convierte al hombre en un terrible y mortal enemigo de la verdad. Le deja ciego. Amunt València!