La DANA

Córdoba

Como ocurre con todas las catástrofes, a raíz de la DANA hemos visto aflorar lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros y de la sociedad. Hemos visto héroes salvando vidas de desconocidos, masas de gente andando durante horas para ayudar a limpiar, toneladas de donaciones saliendo desde cada punto de una España en la que prácticamente nadie se ha quedado sin aportar algo. Pero también hemos visto robos, saqueos, xenofobia… y, con indignación, estamos viendo cómo se utiliza el dolor y el drama como arma política contra unos y otros, hasta el punto de perder el foco de donde debe estar, que es en las víctimas y sus necesidades. Ya hemos visto suficiente; ahora toca que cada cual asuma sus responsabilidades pero sin olvidar que los protagonistas no son ellos, nuestra lamentable clase política, sino el pueblo, al que tienen que servir, para que todo esto sea, cuanto antes, un desastre del que salimos y del que aprendimos.