Sociedad

Confirman el origen almohade del siglo XII del Cenador de Carlos V en el Alcázar de Sevilla

Miguel Ángel Tabales, Profesor de Arqueología e Historia de la Construcción en la Universidad de Sevilla que ha dirigido los trabajos, ha explicado que hay indicios de peso que prácticamente descartan que el cenador tuviese fines funerarios o fuese un oratorio y se corresponde más con un palacio de la época

Miguel Ángel Tabales: "A día de hoy  esto es algo muy parecido a todas las estructuras palatinas que conocemos del SXII y SXIII"

Miguel Ángel Tabales: "A día de hoy esto es algo muy parecido a todas las estructuras palatinas que conocemos del SXII y SXIII"

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Sevilla

El Cenador de Carlos V, ubicado en los jardines del Real Alcázar de Sevilla y construido en 1526 para conmemorar el matrimonio del monarca con Isabel de Portugal, ha sido objeto de una reciente intervención arqueológica que ha confirmado sus raíces en un gran recinto islámico almohade de finales del siglo XII. Así lo han revelado los estudios dirigidos por el arqueólogo Miguel Ángel Tabales, según informó el delegado de Hacienda, Administración y Transformación Digital del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Bueno.

Durante el año 2023, el enclave fue sometido a sondeos georradar para investigar posibles restos arqueológicos subterráneos, con especial interés en localizar antiguos sepulcros de reyes musulmanes. Según explicó Pablo Longoria, director en España de la World Monuments Fund, los trabajos forman parte de una búsqueda relacionada con los orígenes islámicos del Real Alcázar, que datan del palacio de Al Mutamid, del siglo XI.

Los hallazgos recientes han demostrado que el edificio islámico original era de mayores dimensiones que el Cenador actual y poseía un uso de carácter palatino-lúdico, descartando así la hipótesis inicial de que su función fuera funeraria. Miguel Ángel Tabales destacó que esta estructura forma parte de las antiguas huertas del Alcázar islámico, un espacio de recreo y vida pública, urbanizado y planificado, cuya existencia era desconocida hasta ahora.

El edil Bueno subrayó que este estudio será clave para futuros proyectos de restauración y conservación del Cenador desde una perspectiva arqueológica. Además, aprovechando los trabajos de repavimentación de las galerías, se continuará con la investigación arqueológica para profundizar en el conocimiento de su evolución cronológica y funcional desde el siglo XII hasta el presente.

 
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