Entre la música y la ciencia

hUELVA

A sus 16 años, Sabina Toro Romero se encuentra en un momento decisivo de su vida. Estudiante del último curso de guitarra clásica en el Conservatorio Javier Perianes de Huelva, esta joven música no solo destaca por su habilidad con las cuerdas, sino también por su pasión por la composición, siendo además la única alumna de su clase que cursa esta asignatura. Desde muy pequeña, Sabina ha estado inmersa en el mundo de la música, compaginando sus estudios de primaria y secundaria con su formación musical. Aunque al inicio consideró aprender piano, finalmente se decidió por la guitarra clásica, un instrumento que le ha brindado no solo habilidades técnicas, sino también una profunda conexión emocional. "Tocar la guitarra me da paz. Cuando estoy interpretando, siento que los problemas y las cargas diarias se disipan", comparte Sabina con una sonrisa.

Sin embargo, este año representa un punto de inflexión para ella. Con el final de sus estudios secundarios a la vista, Sabina se debate entre dos caminos: continuar su formación en el Grado Superior de Música o emprender estudios universitarios de Ingeniería Química. "Es una decisión difícil", confiesa. "Por un lado está su pasión por la música y por otro, la posibilidad de tener una profesión más convencional". A pesar de las dudas que enfrenta, lo cierto es que la música siempre ha sido y seguirá siendo una parte fundamental de su vida. "No importa qué camino elija; sé que la música siempre estará presente", asegura Sabina.

Mientras tanto, esta joven música onubense sigue disfrutando cada momento que pasa tocando su guitarra clásica y explorando el fascinante mundo de la composición.