Todo mal

Jerez de la Frontera

Todo mal

No quería hablar de la Dana que ha azotado Valencia, pero es inevitable. Todo se ha hecho mal desde el principio. Desde no avisar a tiempo a la población, hasta la gestión de los recursos.

Siento vergüenza y pena, mucha pena de la calidad humana de nuestros políticos que ante una situación de tal magnitud, con muchos muertos de por medio, solo se preocupen por salvarse a ellos mismos y, sobre todo, por proteger su ‘sillón’.

Nuestros políticos, en lugar de actuar e intentar que todo vuelva a la normalidad cuanto antes para que la vida de los ciudadanos recobre cierta tranquilidad, se enzarzan en una lucha entre los unos y los otros para echarse las culpas. En serio, no es el momento. Dedicaros a trabajar y a dar respuesta a los ciudadanos que para eso os han votado.

Por otro lado, han estado y están los voluntarios, ciudadanos anónimos que no han necesitado que los llamen ni les den autorización para ayudar a sus vecinos. Acompañados por una escoba y una pala, se han dirigido en manada y andando a los pueblos de Valencia para hacer lo que hay que hacer en estos momentos, remangarse y ayudar, sin perder más tiempo en tonterías. Ellos, todos y cada uno de los voluntarios, son los que nos devuelven la fe en el ser humano.

Otro asunto espinoso en relación con la Dana es el tema de las ayudas. No quiero ser pesimista, pero tenemos ejemplos recientes con el terremoto de Lorca, hace ya 13 años, y el volcán de La Palma, hace 3 años, que a día no hoy aún no han recibido las ayudas anunciadas a bombo y platillo por el gobierno de turno. Espero que en este caso, nuestros políticos hayan aprendido algo y sea verdad que las ayudas se concedan rápido para que todos los afectados puedan comenzar a reconstruir no solo sus pueblos sino también sus vidas.